Bolsonaro lanza amenazas y se queda solo

BRASILIA, Brasil.- El presidente Jair Bolsonaro, quedó aislado políticamente y Brasil institucionalmente rengo, luego de que el mandatario volvió a minimizar el impacto de la pandemia por coronavirus. El hecho generó un enfrentamiento con los 27 gobernadores, que tomaron medidas a contramano de lo recomendado por Bolsonaro.

Todo esto sucedió al mismo tiempo que se reportaron 11 muertes en 24 horas, lo que elevó a 77 los fallecidos en Brasil y a 2.915 casos y que el ministro de Salud, Luiz Mandetta, saliera a negar su renuncia.

El país entró en una zona gris en materia de conducción de la crisis sanitaria e incluso el derechista y liberal presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, cruzó a Bolsonaro: “No podemos dejar de cuidar a la gente porque se está perdiendo dinero en la Bolsa de Valores”.

Con ocho días de cacerolazos pidiendo su renuncia debido a que se opuso a las medidas de cuarententa contra el coronavirus, Bolsonaro, irritado, insultó a los periodistas e impuso una agenda de confrontación, en la que puso en duda “la continuidad democrática”.

En otra medida que causó repudios, Bolsonaro incluyó a las actividades religiosas como un “servicio esencial”, en respuesta al pedido de los líderes evangélicos. Así, las iglesias no tendrán que acatar las medidas de aislamiento y podrán permanecer abiertas, aunque sin reunir multitudes en lugares públicos.

Mientras tanto, la situación se agrava en algunos estados de Brasil. El gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, anunció que analiza establecer un hospital de campaña en el estadio Maracaná -escenario de las finales de los mundiales de fútbol en 1950 y 2014- como parte de las medidas de emergencia para hacer frente al coronavirus. Río de Janeiro es segundo estado de Brasil con más casos y muertes por la pandemia, detrás del de San Pablo. “En los próximos 15 días vamos a tener 900 lugares para recibir pacientes en hospitales de campaña, hicimos compras de emergencia de materiales y respiradores”, dijo Witzel.

En San Pablo ya comenzó a instalarse un hospital de campaña en el estadio Pacaembú y los clubes San Pablo, Palmeiras y Corinthians ofrecieron sus estadios. (Télam)