La mayoría asocia la kinesiología al deporte; en especial, al fútbol. Esto se debe a que casi todos los clubes cuentan con al menos un kinesiólogo entre su personal de salud. Además, todos los que debieron recuperarse de una lesión -producida, muchas veces, por la práctica amateur de alguna disciplina- fueron atendidos por uno de estos profesionales durante las sesiones de fisioterapia.
Pero las aptitudes del kinesiólogo trascienden por lejos el deporte. Y en este contexto de pandemia del puede resultar clave para salvar vidas. De hecho, en hospitales de Buenos Aires están capacitando personal de Unidades de Terapia Intensiva (UTI); entre otros temas, en lo que implica la secuencia de intubación, que debe hacerse en menos de un minuto.
“Cumplimos una función muy importante en lo que respecta al sistema respiratorio. Yo trabajo en el hospital Del Niño Jesús, y en ocasiones me toca entrar a la UTI. Esto no se da sólo por el covid-19; siempre se hizo”, explicó Ignacio Abdulhamid, uno de los kinesiólogos de San Martín, junto con Federico Llorens y Damián Solís-.
“La más conocida de las ramas en las cuales intervenimos es la traumatología; pero también lo hacemos cuando se presentan alteraciones en los sistemas cardio-respiratorio y nervioso. Y cuando el paciente ingresa a UTI nuestro rol es fundamental: le realizamos la intubación -o asistimos al médico-; manejamos y programamos el Asistente Respiratorio Mecánico (ARM), según la necesidad del paciente; mantenemos permeable la vía aérea, y tomamos muestras pulmonares para laboratorio”, detalló Llorens, que también se desempeña en un sanatorio privado. Abdulhamid agregó que también hacen weaning (“destete” del ARM).
Del mismo modo que San Martín, al igual que otros clubes, puso a disposición sus instalaciones para que eventualmente fueran usadas en caso de emergencia, los kinesiólogos del “Santo” saben que pueden ser llamados por el sistema de salud a trabajar full time. “Ya están reclutando ‘kines’ por el covid-19 y porque empieza la campaña de insuficiencias respiratorias. El objetivo es evitar que se produzca un colapso, como ocurrió en Italia y en España”, dijo “Nacho”. “El Siprosa está convocando; en la mayoría de las instituciones hace falta personal. El problema es que no muchos colegas se dedican a esta área, por lo que se complica. Pero por suerte los profesionales tucumanos son excelentes”, agregó “Fede”.
Situación local
Ambos coiciden en destacar como positiva la cuarentena que decretó la Nación, para menguar el contagio del covid-19. “El aislamiento ayudará a que la curva no se dispare tanto como ocurrió en otros países. La gente en Italia y en España esperó a que la situación fuera extrema para recién acatar las medidas. Aquí es otro escenario”, dijo Abdulhamid. “Siempre trato de ser optimista. El aislamiento social se dictó a tiempo; y creo que la mayoría de las personas tomó consciencia y lo está respetando”, añadió Llorens.
Pero su optimismo respecto de cómo se desarrollará la pandemia en la Argentina y en Tucumán no implica que no traguen amargo por la situación. “Siento mucha angustia, mucha precupación. Mi señora es médica -trabaja en el hospital del Este-. Ambos debemos seguir asistiendo al hospital y tenemos hijos. Estamos preocupados, aunque no entramos en pánico; simplemente tomamos todas las medidas”, señaló “Nacho”.
“Hay momentos de angustia, no lo voy a negar. Trato de cumplir el protocolo de bioseguridad al pie de la letra. Nos alentamos constantemente entre nosotros, los compañeros, para darnos fuerzas y encarar este momento”, añadió “Fede”.