Un ex policía negó relación con el crimen de Espinoza

“Pequelo” habló de cuestiones políticas.

UN LUGAR DE ENCUENTRO. En el fondo de su casa de la localidad de Palomino, “Pequelo” tiene una pista donde se desarrollan carreras cuadreras. la gaceta / fotos de Osvaldo Ripoll UN LUGAR DE ENCUENTRO. En el fondo de su casa de la localidad de Palomino, “Pequelo” tiene una pista donde se desarrollan carreras cuadreras. la gaceta / fotos de Osvaldo Ripoll

El ex policía Alberto Rolando Zelarayán, conocido en el paraje de Palomino (Monteagudo) como “Pequelo” (foto), está indignado. Un audio que se había viralizado por WhatsApp en la zona revelaba la charla de dos lugareños, acusándolo de ser cómplice del crimen de Luis Armando Espinoza, 31 años. El hecho sucedió el viernes 15 a manos de policías, durante un operativo en una carrera cuadrera clandestina que se desarrollaba en Melcho, cerca de Villa Chicligasta.

La víctima, que andaba cerca del lugar, sufrió la arremetida violenta de los uniformados. Estuvo desaparecido una semana hasta que fue encontrado sin vida en las laderas de las serranías de los Nevados del Aconquija, en el sector conocido como La Banderita. Por el hecho, hay nueve policías detenidos y dos civiles.

“Ya sé todo. Tengo testigos de más. En ‘Pequelo’ estuvieron tomando (los policías). Es lo que contó ‘Teti’ en lo de ‘Lola’. De ahí, los mandó a Melcho”, denunció la voz de un hombre que, según sospecha Zelarayán, sería de un allegado al ex comisionado comunal Arturo Guerra. El tal “Peti” es el hermano Hugo Tomás, que vive a escasos metros de su casa. Hasta la madre del difunto Espinoza se hizo eco de la denuncia y pidió a la Justicia que ampliara la investigación hacia otros supuestos involucrados. Y mencionó al hecho de que los policías habían estado en el quiosco que tiene “Pequelo” en su inmueble, tanto cuando fueron al operativo como cuando regresaron.

“Lo que dicen son todas mentiras. Las inventaron los Guerra, entre ellos, Juan, último candidato a comisionado comunal. Como yo apoyé a Alberto Elías, actual comisionado, ahora salen a dejarme mal”, refutó “Pequelo”. “Como la verdad siempre triunfa, no tengo problemas en ir a declarar ante la Justicia y aclarar todo. Pero que los Guerra también vayan y aporten pruebas de lo que andan diciendo. Que no tiren la piedra y luego escondan las manos”, desafió. “Si los policías hubieran estado tomando en mi casa, ya los habría denunciado ante los investigadores. Pero no estuvieron”, añadió.

Zelarayán negó a LA GACETA haber comentado a alguien que los policías estuvieron en el negocio de su hermano antes de salir hacia el operativo en Melcho, tal como se ventila a través del audio. “No vi nada y no le hice a nadie ningún comentario al respecto. Son todos puros chismes”, aseguró.

“Pena máxima”

“Pequelo” sospecha que su hermano pudo haber dicho algo porque trabajó políticamente para los Guerra. “Lo que hicieron merece la pena más rigurosa. Se trató de un crimen terrible, que ni quiero acordarme. Anduve participando en la búsqueda y puse a disposición una camioneta. Nunca imaginé el final que tendría”, agregó.

El ex policía tiene en Palomino un quiosco de venta de mercaderías y embutidos. También una pista de carreras cuadreras. “Las competencias están suspendidas, pero cuando se las hace, son con las autorizaciones correspondientes”, observó.

Admitió que las cuadreras ilegales se arman con frecuencia en los distintos parajes de la zona y que siempre el consumo de alcohol y las apuestas terminan generando problemas.

“Cómo pueden andar diciendo que los policías estuvieron en mi negocio bebiendo, si yo no vendo bebidas alcohólicas. Sólo tengo gaseosas”, insistió. “Pequelo” comentó que, en un principio, pensó que Luis Armando se había perdido en el monte, al asustarse cuando apareció la Policía. “Al muchacho y su familia los conozco desde hace tiempo. Es que los Espinoza siempre vinieron aquí a competir. Siempre han tenido caballos de carrera. Con uno de ellos iba a correr donde fue el incidente con la Policía”, reveló.

Betina Espinoza, hermana de la víctima, insistió, sin embargo, que su hermano no era afecto a las carreras cuadreras. “A él no le gustaba salir a beberajes ni a carreras. Ese día, llevaba $ 16.000 para entregarle a unos parientes de Melcho. Y ese dinero nunca apareció”, aseguró la mujer.

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