La autopsia realizada a George Floyd, el afroamericano cuya muerte a manos de un policía blanco en la ciudad de Minneapolis desató la ola de protestas antirracistas que sacuden varias ciudades de Estados Unidos, consigna que la víctima había dado positivo en un test por Covid-19.
Según un informe publicado por la Oficina del médico forense del condado de Hennepin, donde queda Minneapolis, la prueba en la que Floyd dio positivo para el nuevo coronavirus había sido realizada el 3 de abril, y que el cuadro fue al parecer asintomático, informó la cadena CNN.
Un resumen del informe que había sido publicado el lunes pasado por las autoridades decía también que Floyd sufrió un ataque cardíaco mientras era inmovilizado por los agentes, y clasifica su muerte, ocurrida el 25 de mayo, como un homicidio.
Ese informe anterior del condado había enumerado la intoxicación por fentanilo y el uso reciente de metanfetamina entre "otras condiciones importantes" pero no registradas como la "causa de muerte".
Las notas al pie del informe completo señalaron que los signos de toxicidad del fentanilo pueden incluir "depresión respiratoria severa" y convulsiones.
Ayer, el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, agravó los cargos contra Derek Chauvin -el oficial de policía que presionó su rodilla en el cuello de Floyd- a "asesinato en segundo grado", con una pena de hasta 40 años de prisión.
El abogado de la familia Floyd, Ben Crump, denunció anteriormente la autopsia oficial, como se describe en la denuncia original contra Chauvin, por descartar la asfixia.
Una autopsia encargada por la familia Floyd concluyó que murió de asfixia debido a la compresión del cuello y la espalda.