El Senasa advirtió sobre los riesgos de la triquinosis

El organismo sugirió que no se compre carne de cerdo o de otros animales silvestres sin la debida certificación de origen.

ATENCIÓN. Los productos porcinos caseros pueden contener larvas de los parásitos que producen la triquinosis. ATENCIÓN. Los productos porcinos caseros pueden contener larvas de los parásitos que producen la triquinosis.
13 Junio 2020

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recordó a los consumidores de productos porcinos y de sus derivados que deben tener en cuenta algunas precauciones para evitar el contagio de la triquinosis, una zoonosis parasitaria endémica en Argentina, diagnosticada por primera vez en el país en 1898.

Las personas se enferman al consumir carne -o productos elaborados con esta- cruda o insuficientemente cocida, de cerdo o de animales silvestres -principalmente jabalíes y pumas-, que en sus músculos contienen larvas de parásitos del género Trichinella. Por eso, es considerada una enfermedad transmitida por alimentos (ETA).

La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo -hábitos muy difundidos entre la población rural y periurbana- promueven la distribución y la comercialización de productos porcinos elaborados en forma casera o artesanal. “Como en este proceso se utiliza carne sin cocción, los chacinados, embutidos y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad”, explicó Tatiana Aronowicz, a cargo de la Coordinación de Zoonosis del Senasa. Una vez que las personas ingieren los productos infectados, las larvas se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino hasta reproducirse y las larvas que nacen migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan. Todo esto puede provocar fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices.

Esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la salud humana. El cuadro clínico es muy variable y puede ir desde una afección asintomática hasta una enfermedad mortal, dependiendo del número de larvas ingeridas y del estado inmunológico del huésped.

Pruebas

Debido a ello, el Senasa recomienda a los consumidores no adquirir productos porcinos o elaborados con carne de animales silvestres -principalmente de jabalíes y de pumas-, que carezcan de una etiqueta rotulada que certifique su origen, ya que no es posible saber si han sido sometidos a la prueba diagnóstica en un laboratorio.

En el caso de consumir productos caseros sin etiqueta, deben asegurarse de que la materia prima haya sido sometida a la prueba de digestión artificial. “Esta técnica debe ser realizada por las personas que elaboran chacinados, como chorizo seco, salame y longaniza, a partir de carne cruda de cerdos o de animales silvestres. Se remite una muestra de carne de cada animal (entraña), con el objetivo de que sea analizada en un laboratorio. Así se pueden detectar larvas de Trichinella spp”, precisó Aronowicz.

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