Relanzan un comedor para jóvenes adictos en La Costanera

El objetivo es poder iniciar, mediante un plato, un tratamiento.

COCINANDO. Daniel López y Mercedes Villagra cocinaron una ollada de guiso de fideos en La Costanera. la gaceta / foto de analia jaramillo COCINANDO. Daniel López y Mercedes Villagra cocinaron una ollada de guiso de fideos en La Costanera. la gaceta / foto de analia jaramillo

José tiene 24 años, sonríe con una mueca y dice que está contento porque desde el sábado que no fuma paco ni toma alcohol ni nada. Fue a la casa de Ezequiel Pérez, donde se juntan las chicas y chicos de un grupo de jóvenes de La Costanera que se recuperan de las adicciones. Hace cuatro años que cocinan una vez a la semana para servir comida a otros jóvenes con problemas de consumo, algunos hasta han sido echados de sus casas. La idea es acercarlos, a través de un plato de comida, a un tratamiento. Y reunirse ellos como grupo para preparar todo.

"Nosotros queríamos que vuelva el comedor que hacíamos los años anteriores, el comedor de noche para ayudar a chicos adictos. La mayoría hemos quedado sin trabajo acá. Yo me la sabía rebuscar en un carrito juntando cartón y en eso traía botellas y tenía para comer. Al no poder hacer eso ahora recurrimos a varios comedores", contó José mientras picaba verduras en el patio de la casa. A su lado, jóvenes con sus madres despresaban un cajón de pollo para el guiso de fideos y otro grupo preparaba las ollas porque además harían harina con leche para el postre.

"Vengo al comedor a cocinar para ayudar a otros chicos, también vengo para comer porque no como todos los días. Y ahora no puedo trabajar tampoco porque me han apuñalado hace seis meses y no puedo hacer fuerza, menos para poder trabajar. Tengo la bolsa esta (se señala el ano contra natura en la panza y una bolsa de supermercado porque no consigue bolsa de colostomía)", continuó el joven. "Cada vez que vengo para acá me siento bien de ayudar a alguien en la misma situación que yo. Cuando hay gente que tiene problemas como yo pero le da vergüenza pedir comida, le alcanzo un taper para que nadie se quede sin comer. No importa si tienen hambre, vergüenza o si están mal porque andan consumiendo, todos tienen que comer y acá queremos que nadie se sienta afuera. Empecé con el paco a los ocho años, así que vengo para que los chiquitos que andan en la calle jugando no repitan mi vida".

El grupo "Ganas de Vivir" es un dispositivo de la Secretaría de Adicciones de la provincia. Se reúnen una vez a la semana con profesionales y realizan un seguimiento del proceso de recuperación de cada joven. Desde hace varios años participa José. El grupo había reclamado para la construcción de un centro de día para tratar adicciones en el barrio desde 2013, hasta que se avanzó con la construcción del Cepla inaugurado en 2019. En 2016 se propusieron cocinar una vez a la semana, de noche, para acercarles comida a chicas y chicos con problemas de adicción y tratar de empezar un tratamiento. Hace uno mes se sumaron al comité barrial de emergencia formado en la zona, preocupados por la epidemia de dengue y la pandemia de coronavirus. La semana pasada en reunión definieron volver a lanzar el comedor, pero optaron por hacerlo al mediodía y no a la noche, porque cocinan a la intemperie.  

"Ando con problemas con la droga. Consumo mucho (paco o pegamento), tomo alcohol y me lleva a tener cada vez más problemas. Entonces en vez de salir a la calle, los martes vengo para acá a cocinar. Sé que estoy ayudando a más gente que lo necesita, que acá me ayudan para que no piense macanas, para que no busque plata en la calle para terminar dándole al transa", siguió el relato José.

Tiene un corte en la ceja y varios raspones en el rostro y los brazos. Dice que se cayó el fin de semana pero en la mesa le preguntaron quién le pegó. No les cuenta. "Llevo dos días nomás sin consumir, me cuesta luchar para no consumir. Me agarra abstinencia, quiero consumir, consumir, consumir. A veces tengo plata y es un esfuerzo comprar pan o comida y no droga. A veces no puedo. Me gustaría que el grupo sea más grande, que más personas puedan ayudar y salir de esto, ayudar a personas que están igual que yo. Quiero recuperarme, trabajar y empezar a hacer mi casita. Empezar a hacer mi vida en realidad, así lo que antes hacía para tener para droga, lo pueda tener para comprarme un pantalón, zapatillas, colchas. Me siento bien cuando estoy sin droga, pero cuando me pongo mal y consumo soy otra persona. No me importa ayudar o no, me da lo mismo todo. Después estoy consciente, me fijo en cada persona", comentó. Estaba ansioso porque después de comer iría a internarse en el centro Las Moritas: "me voy a poner mejor, además voy a poder comer todos los días y dormir en una cama".


En el patio

A un costado del patio, Mercedes Villagra movía unos troncos de leña y tiraba unos cartones para avivar el fuego en la olla más grande. "Es importante porque acá los apoyamos a los chicos. Tengo dos hijos que son adictos y no pueden recuperarse. Uno de ellos ha caído preso. Me sumé porque ví como los chicos se recuperaban, esperaba que los míos se compongan. Vengo acá a cocinar y a acompañar la recuperación de los demás chicos porque quiero que cuando mis hijos digan 'ahora quiero salir', puedan hacerlo. Quiero ser útil para el barrio", contó. "Cocinamos el almuerzo y hacemos postre, pero como no tenemos partidas del Estado funcionamos con donaciones. Volvimos a lanzar esto por la necesidad de los chicos adictos. Esperamos poder cocinar en el Cepla, por eso luchamos tanto para que se construya. Acá estamos en un patio, tiene que funcionar esto en el centro para adictos", agregó mientras agregaba puré de tomate a las verduras salteadas.

Consultado al respecto, el director de Asistencia del Ministerio de Desarrollo Social, Braulio Fanlo, aclaró que todavía no fueron habilitadas todas las actividades de los Cepla en la Provincia. "El grupo Ganas de Vivir es un dispositivo de adicciones que realiza comidas como excusa para juntarlos a los chicos y tener un acercamiento. Al ser una actividad eminentemente grupal, por la pandemia aún no lo habíamos habilitado formalmente. No es un dispositivo de seguridad alimentaria, como los comedores y cocinas comunitarias que nunca dejaron de entregar alimento a la población, con la modalidad de viandas para garantizar el distanciamiento social. Nunca se dejaron de repartir viandas, este grupo en particular tiene el componente de la comida, pero en una tarea de recuperación de adicciones. El Cepla está funcionando sólo con los consultorios y algunas consultas, está a 'media máquina' porque no hay reuniones de grupo ni talleres. Esperamos que sea pronto, habilitaremos todas las actividades. Ahí sí tendremos la posibilidad de que se brinde el espacio", explicó el funcionario. "Respecto de las partidas, las solicitaremos cuando estemos habilitados. Esperamos que sea pronto. Sobre la atención de los Cepla, ya estamos recibiendo consultas nuevas y durante el aislamiento social se llevó un control de los pacientes y sus tratamientos de manera telefónica", agregó.

Llevando y trayendo cosas, Ezequiel Pérez hace chistes con los demás. "Lo hacemos en mi casa porque yo estaba mal por el consumo y me recuperé. Ahora quiero dar una mano para que otros se recuperen. Necesitaríamos que esto funcione en el Cepla porque acá estamos a la intemperie. Se ven más chicos en consumo así que decidimos volver a lanzarlo, hacemos unas 90 porciones", explicó el dueño de casa. Él fue uno de los primeros en recuperarse de su adicción a las drogas en el grupo y volvió a sumarse para colaborar. "Estamos todos en la misma situación, estoy sin trabajo, se me rompió la máquina para cortar el pasto con la que me rebusco y no tengo para arreglarla, pero lo mismo participamos del comité barrial de emergencia, descacharramos, fumigamos y ahora explicamos a todo el mundo que ande con barbijo dentro del barrio y que se cuiden. De todas maneras ponemos un granito de arena para seguir ayudando, así que quien quiera acercar cualquier donación puede venir al barrio, preguntar por mí en Gobernador del Campo al 1600 o buscarnos en Facebook".


Testeos

Protocolo para barrios vulnerados

La ministra de Salud de la provincia, Rossana Chahla, anunció que su cartera diagramó una estrategia para evitar los contagios en los barrios vulnerados de Tucumán. “Vamos a ingresar con equipos de salud a los lugares más vulnerables para detectar a los adultos mayores y a todas las personas propensas a esta enfermedad. El protocolo prevé el retiro y aislamiento de esas personas hasta bloqueo de zonas”, explicó. Comenzarán el lunes 22.

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