La falta de definiciones del Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Provincia acerca de la reapertura de distintas actividades artísticas ha generado una fuerte corriente de malestar entre los músicos y los teatristas, principalmente. Hasta el momento, el organismo sólo autorizó que se reanuden parcialmente las clases de las academias de danza y que se pongan en marcha los autocines en tres municipios (Tafí Viejo, Yerba Buena y Simoca), pero están pendientes de tratamiento los protocolos presentados para el resto de las disciplinas.
El objetivo de mínima es que, al igual que las escuelas de baile, se autorice el dictado presencial de cursos de música y de teatro, aunque sea con cupo (hasta 10 personas) y con limitación de edad (entre 16 y 60 años). Pero las propuestas presentadas por distintos colectivos al COE van más allá e incluyen también los ensayos y la realización de funciones con público o en salas acondicionadas previamente y respetando las medidas sanitarias, para ser transmitidas por streaming.
Ante el silencio oficial, ya se están realizando las primeras experiencias en este último sentido, como fueron las Fiestas Patronales de San Antonio de Padua, donde hubo escenarios montados al aire libre, y esta tarde se reabrirá para el tango el teatro municipal Rosita Ávila (ver “El Rosita...”). Ambas actividades cuentan con paraguas oficial, organizadas o avaladas desde los municipios de Tafí Viejo y de la capital.
El fastidio de los artistas independientes tendrá su manifestación pública. El sábado a las 15 se dictará una clase abierta de teatro en el parque Avellaneda. En ese paseo está el Piletón, un espacio donde es habitual la presencia de espectáculos callejeros y populares. La movida impulsada por Teresita Guardia (referente de La Sodería) tuvo una veloz y contundente respuesta en las redes sociales y se están sumando cada vez más participantes. Se precisa que se aplicará el protocolo que ya fue presentado al COE, de modo que se podrá demostrar su efectividad y posibilidad de implementación.
Desde que se habilitó la danza, Noé Andrade relanzó los talleres que se dictan en La Gloriosa, pero con críticas. “Todavía me sigo preguntando dónde está el límite entre la danza y el teatro. Es realmente grave y un acto de ignorancia, desconsideración, subestimación y prejuicio por parte de quienes dependemos de un permiso y una total desigualdad en relación a innumerables otros ámbitos laborales. No somos un negocio. Somos trabajadores de la cultura”, aseveró en sus redes sociales.
Mientras tanto, se impulsa en la provincia (al igual que en otros distritos del país y ante el Congreso de la Nación) la sanción de una ley urgente que declare la emergencia para el sector cultural, al destacar que es una de las actividades más afectadas por la cuarentena obligatoria y que menos perspectivas tiene de reactivarse plenamente en el corto plazo.