José “Pepe” Porcel, productor rural, fue asesinado de un disparo en el pecho en su finca de La Ramada de Abajo cuando sufría un asalto.
Hasta el momento, dos de los cuatro miembros de la banda fueron detenidos después de protagonizar un accidente. La Policía busca a un tercer cómplice del homicidio.
Qué se sabe del caso
1- Ayer, cerca de las 18, tres hombres que se movilizaban en un auto Gol Trend blanco y una moto Rouser 150 cc roja entraron a la propiedad de Porcel, de 80 años, en el Paraje La Arisca.
2- Los malvivientes ingresaron por el fondo de la propiedad y se encontraron con un amigo de la familia en el galpón que poseen. Al hombre lo redujeron y lo maniataron con alambres.
3- Al dirigirse a la casa encontraron a Porcel en la galería de afuera junto a su esposa. La mujer ingresó corriendo a la vivienda, mientras que el hombre se trenzó en un forcejeo con uno de los atacantes, que terminó hiriéndolo mortalmente en el pecho.
4- Los agresores huyeron sin lograr robar nada y la mujer de la víctima dio aviso a la policía y al 107 para auxiliar a su marido.
5- Mientras eran perseguidos por la policía a kilómetros del lugar, los dos malvivientes que huían en el auto, volcaron.
6- La policía llegó junto a una ambulancia, que trasladó al CAPS La Ramada a uno de ellos, que estaba herido.
7- Ambos sospechosos, oriundos de la capital y de El Colmenar, permanecen bajo custodia policial y se secuestró el auto en el que se movilizaban.
8- “El personal policial está trabajando intensamente con interrogaciones, pericias y rastrillajes para encontrar al tercer sospechoso y al arma homicida”, informó el Jefe de la Unidad Regional Este José Carlos Valdez.
El comunicado de la Sociedad Rural Argentina
Un gravísimo hecho de inusitada violencia castigó a la familia rural, con el homicidio del empresario y productor rural José Pepe Porcel, en la localidad de la Ramada de Abajo.
Queremos expresar nuestras mas sentidas condolencias a la familia Porcel, ante tan lamentable hecho comprometiéndonos, sin claudicación alguna, en el reclamo ante las autoridades Judiciales y de Seguridad por su inmediato esclarecimiento y castigo de los responsables.
Este Estado debe asumir la responsabilidad que le compete en el combate contra este flagelo que limita nuestra capacidad productiva, motor importantísimo de la economía nacional.