Campero cuestionó que se hable de la fórmula Jaldo-Manzur: "me parece a destiempo"

El intendente de Yerba Buena dijo que la dirigencia debe focalizarse en la gestión y promover consensos.

LA INSEGURIDAD. Campero enfatizó que ese es el gran flagelo y que los gobernantes deben fortalecer y coordinar políticas para prevenir el delito.  la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio LA INSEGURIDAD. Campero enfatizó que ese es el gran flagelo y que los gobernantes deben fortalecer y coordinar políticas para prevenir el delito. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

Fórmula y reforma son dos términos que no entran, por ahora, en el diccionario de la política radical. Al menos así lo entiende el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero. Los intentos oficialistas de motorizar un enroque político en el binomio gobernante fueron rechazados por el jefe municipal, que consideró que es prematuro hablar de candidaturas. Fuera de micrófonos, Campero señala que también es inoportuno cualquier intento de cambiar la Constitución de la Provincia con el solo fin de perpetuarse en el poder. ¿Por qué estas cuestiones? Campero, su par de Concepción, Roberto Sánchez, y el diputado José Cano mantuvieron ayer una reunión con el gobernador Juan Manzur, en la que la cuestión política no quedó al margen y en la que se deslizaron algunas definiciones. En una entrevista con LA GACETA, tras poner en funciones a la nueva dotación de la Guardia Urbana Municipal (GUM), el intendente también se refirió al gran talón de Aquiles de toda gestión: la inseguridad.

-¿Por qué enfatiza tanto que hay que atender, de forma urgente, la cuestión de la seguridad?

-El mayor flagelo de la actualidad es la inseguridad. Y nosotros, como gobierno local, podríamos pararnos desde dos posiciones: o lo miramos desde la crítica, como lo hacen muchos, justificando que se trata de un problema de la provincia, o lo miras desde una perspectiva constructiva, acerca de cómo podes encontrar las soluciones. En esta última alternativa nos subimos nosotros. es bueno recordar que cuando creamos, por ejemplo la Guardia Urbana Municipal (GUM) la disputa era con la Policía y hoy esa fuerza está aquí, participando del acto. Desde su creación, el GUM ha brindado permanentemente una amplia colaboración a la Policía de la provincia. Pero más allá de esto, no quiero crear un esquema confuso para la sociedad y decir que con estas incorporaciones de efectivos municipales vamos a solucionar el problema de la inseguridad. Lo que estamos haciendo es fortalecer un esquema de prevención del delito muy serio, con un escuadrón de 90 personas, pero que indudablemente requiere más efectivos, de tal manera de tener un puesto de control en cada acceso a la ciudad. Eso es un proyecto ambicioso, que requerirá de mucho más tiempo. Cuando hablamos con los jefes del GUM, hemos llegado a considerar que lo ideal es contar con una dotación de entre 300 y 400 agentes para tener un mayor control en toda la ciudad.

-¿Para cuándo cree que puede llegar a tener ese número de vigías municipales?

-Vamos a ir paso a paso. Ahora hicimos un esfuerzo (financiero) muy grande para contar con estos nuevos 30 agentes. Y creo que, dentro de nuestras posibilidades financieras, creemos que dentro de poco podremos sumar otros 30 a 50 efectivos más al GUM. Y en etapas. A medida que pasa el tiempo, vamos consolidando acciones. Hoy la Guardia Urbana tiene un nivel de funcionalidad más focalizado que lo que poseía al inicio de sus actividades, donde por allí era muy debatido/resistido su ámbito de aplicación. Hoy al darse cuenta el Gobierno provincial de que esto es bastante sincero, que tiene el fin de colaborar con las otras fuerzas de seguridad, nos permite que trabajemos de manera transversal con la Policía y con la Justicia y podamos cubrir más situaciones que, indudablemente, nos afectan a todos.

-Frente a las urgencias financieras, ¿está dispuesto a pedir una mayor colaboración a los vecinos para reforzar al GUM?

-Estamos en conversaciones con los vecinos de algunos barrios. Al planteo que nos formulan de que quieren tener más custodia en las esquinas de sus casas, la respuesta es se necesitan recursos. Y, en ese marco, estamos evaluando algunas alternativas. Y ase si lo hacemos por barrios con varias manzanas y, si hay acuerdo para alguna de las alternativas de acción conjunta, podremos establecer algunas casillas con el pago específico de algún concepto por acción directa, y, en ese marco, estamos evaluando alguna tasa de seguridad, que hoy puede resultar algo prematuro o desacertado por la situación que estamos atravesando con la pandemia y sus efectos en la situación económica. Pero no es un dato menor de que la inseguridad puede llegar a aumentar y algunas tasas que se difundieron dieron cuenta de que, tras la flexibilización o reapertura de actividades, comenzaron a aparecer muchos hechos. Al aumentar los índices de seguridad requiere de nosotros respuestas más contundentes en coordinación con las fuerzas policiales.

-¿A qué atribuye que el Poder Ejecutivo aún no reglamentó la Ley de Policías Municipales?

-Es lo que estamos pidiendo. Hoy, durante la reunión que mantuvimos el intendente Sánchez, y el diputado Cano con el gobernador le planteamos que reglamente esa norma que nos redefine el ámbito de aplicación, nos da la tranquidad legal de muchas acciones que hoy llevan adelante nuestra GUM, como la de Banda del Río Salí o la de Tafí Viejo. Por otra parte, también hay que ponerse a pensar contra quién o contra qué nos estamos enfrentando. Muchos delincuentes andan armado y nosotros tenemos fuerza de seguridad que, por lo menos, deberían estar en igualdad de condiciones y, de allí, tener la posibilidad de estar armados también.

-Usted habla de consensos institucionales para la gestión. ¿En algún momento se sintió discriminado por ser de otro signo político?

-No; no; no; al contrario. Entiendo que hoy hay un respeto mutuo, que hemos tomado decisiones, autonomas por cierto, y hay un respeto importante por parte del Gobierno provincial. Y esto no es casual. Venimos dialogando sobre distintos temas de seguridad con el ministro (Claudio) Maley; también con el área de educación; ayer (por el martes) hablé con el ministro (Juan Pablo) Lichtmajer; en lo Social con Gabriel Yedlin. Lo que atañe a la situación financiera con el ministro (Miguel) Acevedo. Coordinamos acciones en este sentido y rescato que lo importante es ir teniendo esta tarea en conjunto, a través del consenso. Por allí sería algo más complejo reinaugurar la Guardia Urbana si la Provincia estuviera en contra, como pasó hace algún tiempo, cuando la creamos. El consenso y la colaboración mutua es un valor agregado que ayuda a la gestión y creo que, en la política argentina, es el momento de los consensos. La dirigencia debe llegar a esos consensos. Las peleas no tienen sentido; la gente está cansada de eso. Hay tantos problemas por resolver y el único camino que nos conduce hacia eso es el consenso.

-Si bien señala que es prematuro hablar sobre cuestiones políticas y alianzas preelectorales, ¿cómo analiza la promoción de un enroque en la fórmula Manzur-Osvaldo Jaldo hacia 2023?

-Me parece totalmente a destiempo y es muy negativo, sobre todo para los que están hablando de fórmulas para 2023. Es muy prematuro hablar de fórmulas. No sabemos qué sucederá dentro de tres meses con el tema de la pandemia. Capaz que volvemos a Fase 1 o puede ocurrir cualquier cuestión. Por lo tanto, me parece muy prematuro hablar de eso. Pero sí creo que, cuando señalo que es necesario realizar autocríticas desde los espacios políticos, es importante tener un buen diálogo; conversar. Lo hacemos entre los intendentes más allá de las diferencias políticas. Por ejemplo, cuando me reuní con mi colega de Banda del Río Salí, Darío Monteros, lo primero que se rumoreó fue que se trató de un movimiento político. Solamente intercambiamos ideas entre dos ciudades con ciertas similitudes y campo de acción. La Banda tiene muchas industrias dentro de su jurisdicción; Yerba Buena es más de servicios. Por lo tanto, son dos ciudades que comulgan y eso, institucionalmente, hace bien a la construcción de programas, como el de la ciclovía. Comenzamos con dos municipios y ahora aspiramos a que sea todo el Gran San Miguel de Tucumán. Son hechos que trascienden. Hay que planificar en lo general y no sólo en mi metro cuadrado. Esto nos dará un plus. De la misma manera que converso con referentes de los espacios duros (PJ y Juntos por el Cambio), también lo hago con dirigentes de otras banderías, como Fuerza Republicana.

-¿Está más cerca de un frente amplio preelectoral que uno cerrado al radicalismo?

-Estamos charlando entre todos. Es la forma en la que iremos conversando sobre una alternativa.

-¿Cree en la renovación dirigencial más que en las mismas caras de la política?

-Creo que tiene que haber de los dos. La experiencia es buena para aportar y la renovación es buena para generar expectativas. Una mixtura es positiva. Falta mucho en términos electorales. Hoy la concentración en la gestión local es la mejor política que podemos desarrollar.

Comentarios