La vacuna de Oxford: esperanza sí, euforia no

22 Julio 2020

Son 23 las vacunas contra el coronavirus que están probándose, a nivel global, en la etapa de ensayos clínicos. Y en fases menos avanzadas de estudio hay otros 140 proyectos en marcha. La comunidad científica internacional se mueve a la máxima velocidad, con un nivel de esfuerzo inédito y resultados asombrosos teniendo en cuenta los tiempos que habitualmente se emplean para esta clase de desarrollos. Desde que la OMS estableció que la de covid-19 es una pandemia quedó claro que no habría vacunas antes de fin de año, aunque tal vez tengamos buenas noticias un poco antes. De uno u otro modo, lo que cuenta es mantener la esperanza depositada en esos laboratorios que trabajan contrarreloj y bajar un par de cambios la euforia generada por algunas novedades apresuradas. Es el caso de la llamada vacuna de Oxford, cuyos resultados iniciales son prometedores pero a la que todavía la queda un buen trecho por recorrer.

“El estudio de Oxford todavía es muy reciente como para entender cuánto puede durar la protección”, subrayó The Lancet, publicación inglesa dedicada a temas médicos que es de permanente consulta en la comunidad internacional. El “estudio” es la vacuna, y la protección a la que hace referencia son los anticuerpos que, efectivamente, se generaron en el 90% de los voluntarios sometidos a las primeras pruebas. Fueron 1.077 personas. Ahora vendrá la segunda fase de ensayos, que se ampliará a 57.000 muestras (30.000 en Estados Unidos, 10.000 en Gran Bretaña, 5.000 en Brasil y 2.000 en Sudáfrica). El ministro de Salud, Ginés González García, le pidió a Oxford que Argentina también forme parte de este grupo.

Los investigadores son tan optimistas como precavidos. Cuando anunciaron los esperanzadores resultados de los ensayos se cuidaron de hacer promesas y de establecer plazos. Y, por sobre todo, pidieron paciencia, que es lo más difícil a esta altura de cuarentenas, aislamientos y programas de distanciamiento social. La angustia generada por la pandemia fue pasando por distintas fases y una de ellas, tan peligrosa, es el hartazgo. Justo cuando el imperativo de la hora es mantener la prudencia.

La carrera por la vacuna es también un gran negocio y el premio mayor, más allá del Nobel, se cuantifica por miles de millones de dólares. Hay toda una industria volcada a encontrar la cura del coronavirus y en estos casos los ruidos mediáticos -multiplicados por las redes, y viceversa- pueden provocar confusiones. En ese sentido, lo de Oxford fue mesurado y realista. Tal vez, en el afán por dar buenas nuevas, se exageró la inmediatez de la vacuna y el alcance de sus prestaciones. Laboratorios de EEUU y de China consiguieron resultados similares a los de Oxford, y las conclusiones son idénticas: en septiembre habrá un panorama un poco más claro, en función de los resultados que arrojen los próximos ensayos.

El Presidente de la Nación advirtió que el pico de contagios se producirá el mes próximo en nuestro país. En Tucumán seguimos flexibilizando el día a día, ahora con la extensión de los horarios en bares restaurantes y con la apertura de los templos para los servicios religiosos. El monitoreo es permanente y no admire distracciones. De hecho, Jujuy volverá a la cuarentena total a causa de un rebrote del virus. La vacuna llegará, pero no mañana. Se impone la esperanza y, mientras tanto, la necesidad de seguir cuidándonos.

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