Preparan una medida que podría ser clave en el caso del sacerdote asesinado

Los investigadores analizarán una campera secuestrada al único acusado por el crimen.

UN ELEMENTO CLAVE. En el interior del Peugeot 308 se encontró la mayoría de los elementos que complicaron notablemente la situación procesal de Herrera, hasta el momento, el único imputado en la causa que se inició por el crimen del padre Juárez. UN ELEMENTO CLAVE. En el interior del Peugeot 308 se encontró la mayoría de los elementos que complicaron notablemente la situación procesal de Herrera, hasta el momento, el único imputado en la causa que se inició por el crimen del padre Juárez.
23 Julio 2020

En los tribunales penales se llevará a cabo hoy a la tarde una medida judicial que podría resultar clave para la investigación sobre el homicidio del sacerdote Oscar Juárez, quien era párroco de San Martín de Porres.

Según fuentes judiciales, está prevista la audiencia ante las partes en la que se procederá a la apertura de los sobres de las prendas secuestradas al único acusado por el crimen, Jorge Leonardo Herrera, de 32 años.

Los investigadores posaron la lupa sobre una campera del sospechoso, quien es hijo de la secretaria de la parroquia, Norma Velárdez.

Por un lado, tratarán de determinar si las supuestas manchas detectadas en esa ropa son de sangre. En caso positivo, la fiscala a cargo de Homicidios, Adriana Giannoni, podría avanzar con otras medidas, como determinar si el grupo sanguíneo se corresponde con el del acusado, o incluso con el requerimiento de una eventual pericia genética.

Por otra parte, la campera negra es un elemento que, según la hipótesis de la acusación, resultaría fundamental para ubicar a Herrera en la escena del crimen.

Fuentes que participan de la pesquisa indicaron que en las filmaciones obtenidas por una cámara de seguridad (de propiedad privada) se observaría a una persona con una prenda similar, en el horario en el que aparentemente fue perpetrado el brutal homicidio.

Hace ocho días, el cuerpo de Juárez fue hallado en medio de un charco de sangre, en su habitación de la casa parroquial de San Martín de Porres, en Villa Luján. Fue asesinado de 15 puñaladas, varias de ellas en la espalda y una en el corazón, que resultó letal. Los investigadores consideran que hay serios indicios que comprometen a Herrera. Su abogado, Manuel Pedernera, afirmó que su cliente le ha manifestado que no tienen vinculación alguna con el hecho. La hipótesis es que el crimen fue cometido para ocultar un robo. Días antes de ser víctima de homicidio, el sacerdote le había dado a sus hermanos un sobre con 67.000 dólares.

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