Donald Trump y la psicología

En 1999, Justin Kruger y David Dunning escribieron un artículo, “No calificado y sin asumirlo: cómo las dificultades para reconocer la propia incompetencia conducen a autoevaluaciones infladas”. El documento proporcionó, con una precisión incomparable, una explicación del temperamento y el comportamiento de Donald Trump.

02 Agosto 2020

Por César Chelala

PARA LA GACETA / NUEVA YORK

El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo en el que las personas con baja capacidad en una tarea sobreestiman su capacidad. Debido a este sesgo, tienen un sentido de superioridad que es ilusorio y no está relacionado con su capacidad real. Como consecuencia, no pueden reconocer su propia incompetencia y sus deficiencias.

Este sesgo cognitivo fue evidente en el caso de McArthur Wheeler. El 19 de abril de 1995, Wheeler robó dos bancos con la cara cubierta de jugo de limón. No entendió sus propiedades y creía que, debido a sus propiedades químicas, el jugo de limón lo haría invisible para las cámaras de vigilancia del banco. Cuando la policía le contó cómo habían usado las cintas de vigilancia para identificarlo, murmuró: “Pero yo me había cubierto con el jugo de limón...”

Aunque una estimación exagerada de su propia importancia y conocimiento puede tener una consecuencia menor para un mal concursante en un programa como “American Idol”, puede tener consecuencias desastrosas en el caso del Presidente de los Estados Unidos. La exageración de Trump sobre su propio conocimiento y sobre la importancia de la pandemia de coronavirus ya han costado decenas de miles de vidas.

La negativa de Donald Trump a tomar serias precauciones ante la pandemia sigue representando un peligro significativo para la población en general, que ve en el comportamiento del presidente una justificación para su propia negativa a tener en cuenta la posibilidad de contagiarse y propagar la infección. “Debido a todo lo que hemos hecho, el riesgo para el pueblo estadounidense sigue siendo muy bajo”, dijo, incluso ahora cuando hay más de 4 millones de personas infectadas y más de 145,000 muertes en el país.

20.000 declaraciones falsas

Por supuesto, para una persona de sus características, una sola entidad psicológica no puede explicar todas sus acciones. Algunos psiquiatras y psicólogos lo han calificado de narcisista, sociópata, paranoico y mentiroso patológico. Según The Washington Post, al 13 de julio de 2020, el presidente Trump había hecho más de 20.000 declaraciones falsas. Debido a que varias de sus declaraciones están relacionadas con la pandemia de coronavirus, ellas solo exacerban una situación ya grave.

Esta capacidad de sobreestimar sus logros e ignorar sus limitaciones lleva a las personas con el efecto Dunning-Kruger a sobrevalorar sus acciones. Trump continúa insistiendo en que Estados Unidos tiene las tasas más bajas de infección por coronavirus a pesar que los hechos demuestran lo contrario. EE.UU. está entre los países con más personas infectadas. Esto no le impide decir: “Y de nuevo, hemos tenido un éxito tremendo, un éxito tremendo más allá de lo que la gente hubiera pensado”.

El 2 de julio de 2020, Trump dijo que la pandemia se está “controlando” a medida que los casos diarios del país se duplicaron a alrededor de 50,000 y continúan aumentando. Minimizar el riesgo de infección puede ser contraproducente, lo que lleva a las personas a ser descuidadas al momento de tomar precauciones. El 4 de julio de 2020, Trump afirmó que “el 99% de los casos de covid-19 son totalmente inofensivos”. El Dr. Anthony Fauci, su propio asesor científico, dice que la evidencia muestra que el virus “puede enfermar gravemente a las personas” e incluso matarlas, como se ha visto repetidamente.

Mientras tanto, Estados Unidos sigue estando detrás de muchos otros países desarrollados en su manejo de la infección. El 6 de julio de 2020, Trump afirmó: “Ahora tenemos la tasa de mortalidad más baja del mundo”. Sin embargo, las estadísticas muestran que a partir del 13 de julio de 2020, la tasa de muertes por casos confirmados de covid-19 era de 41,33 muertes cada 100.000 personas, que representa la novena peor tasa de mortalidad del mundo, según la Universidad Johns Hopkins.

Lo que tenemos ahora es un líder mundial con graves déficits psicológicos. Aunque el efecto Dunning-Kruger explica algunas de las acciones del presidente, éstas necesitan una interpretación más amplia. Estamos en un momento de la historia en que una persona con sus características causa graves daños no solo a la salud de las personas, sino también al futuro de la democracia en el país.

© LA GACETA

César Chelala – Periodista, médico y consultor internacional de salud pública.

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