“Nadie sabe cuándo terminará la pandemia”

El presidente de la Nación extendió el aislamiento social hasta el 16 de este mes, mientras reclamó “responsabilidad individual” para evitar contagios

En el centro tucumano no se respeta el distanciamiento social. Fernández, en tanto, hizo anuncios con Kicillof y Larreta. fotos telam En el centro tucumano no se respeta el distanciamiento social. Fernández, en tanto, hizo anuncios con Kicillof y Larreta. fotos telam
01 Agosto 2020

El presidente Alberto Fernández anunció ayer la continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) “sin cambios” hasta el 16 de este mes ante el crecimiento de los casos de contagios y pidió “responsabilidad individual” para esta nueva etapa, durante la conferencia de prensa que brindó en la Residencia de Olivos. Esa decisión no implicará que Tucumán cambie de modalidad en el proceso de aislamiento, ya que continuará en Fase 5, según se afirmó desde el Comité Operativo de Emergencia (ver aparte),

“Vamos a mantener las cosas como están hoy, pero entendamos los costos que tiene no ser responsables”, subrayó el mandatario, acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Agregó el esfuerzo realizado desde el comienzo de la pandemia para sumar camas de terapia intensiva y recordó que ante el crecimiento de casos de coronavirus de los últimos días “si no se hubiesen duplicado las camas de terapia intensiva, la provincia (de Buenos Aires) estaría estallada”. “Detesto decirles esto y quiero que todos podamos ir a trabajar y salir de las casas, pero esto es lo que nos está pasando y es producto de la circulación” del virus, remarcó Fernández al repasar los números de los contagios. “No quiero que se muera más gente y para no contagiarnos lo que debemos hacer es cuidarnos”, aseveró, y avisó que “es muy posible que la tasa de mortalidad crezca” de continuar como hasta ahora la circulación viral.


Indeterminado

El mandatario nacional dijo con preocupación que “nadie en el mundo sabe cuándo va a terminar” la pandemia “porque Europa está temiendo una segunda ola del virus” y añadió que el “epicentro” de los contagios de coronavirus está en el AMBA, pero que a medida que las actividades se fueron “liberando” en el interior, la Covid-19 se fue “irradiando” a zonas de Mendoza, Jujuy, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe y Río Negro. Reiteró que “el Estado no va a abandonar” a la gente y por esa razón “se mantendrá hasta fin del año el ATP (Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción) y el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), de apoyo estatal”.

 Con cuadros, Alberto Fernández explicó el avance de la pandemia en la Argentina. Remarcó cuáles son las zonas del país más castigadas por la covid-19. la gaceta /foto de antonio ferroni Con cuadros, Alberto Fernández explicó el avance de la pandemia en la Argentina. Remarcó cuáles son las zonas del país más castigadas por la covid-19. la gaceta /foto de antonio ferroni

Asimismo, dijo que acordaron con Kicillof y Rodríguez Larreta “hacer más frecuentes” los encuentros. Remarcó también que “están prohibidos los encuentros sociales” y advirtió que quienes “incurran” en la violación de la cuarentena estricta en las casas deberán enfrentar consecuencias penales por “favorecer la transmisión de una enfermedad”.

Fernández hizo una pausa en su mensaje para “hablarles a los jóvenes”, a quienes les manifestó su empatía al entender la necesidad que tienen de “estar con sus amigos y con sus afectos”, pero los convocó a “quedarse en su casa y cuidarse así de contagiarse y contagiar”.

“Yo extraño el fútbol y tocar la guitarra, pero no podemos hacerlo porque además los jóvenes piensan que son inmunes pero contagian y esa enfermedad que parece ser más piadosa con ellos es impiadosa con los adultos mayores”, aseveró. En esa dirección, exhortó a la juventud a “hacer una esfuerzo” porque “es una zoncera reunirnos en fiestas clandestinas” en las que “se corre un gran riesgo”, así como también compartir un “asado o jugar el picadito”. “Una picardía de una fiesta puede ser un dolor de cabeza para muchos”, finalizó.

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