El Gobierno de Bolivia denuncia a Evo Morales por "genocidio" y "terrorismo"

El ministro de Justicia del gabinete de Áñez promovió una acusación contra dirigentes del MAS.

Evo Morales. REUTERS (ARCHIVO) Evo Morales. REUTERS (ARCHIVO)
10 Agosto 2020

El Gobierno de Bolivia que lidera Jeanine Áñez promovió en las últimas horas una nueva denuncia contra el ex presidente y líder del MAS, Evo Morales, por los presuntos delitos de "genocidio" y "terrorismo".

Según el oficialismo, el ex mandatario es responsable de las movilizaciones y los bloqueos ocurridos en las últimas semanas en las vías de acceso a algunos puntos del país, que se encuentra sumido en una grave crisis socio-política por la reiterada postergación de las elecciones, además de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus covid-19.

El ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, confirmó hoy que el planteo, formulado ante la Fiscalía de La Paz, señala también al candidato MAS a las postergadas elecciones presidenciales, Luis Arce, y su compañero de fórmula, el excanciller David Choquehuanca.

"Hemos presentado una denuncia en contra de estas personas, por delitos de genocidio, terrorismo, sedición, delitos contra la salud, medio ambiente, los servicios básicos, destrucción de lugares públicos e instigación pública a delinquir", enumeró Coimbra.

Entre los señalados también se encuentran el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y los dirigentes del MAS en Cochabamba Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza.

La semana pasada el Gobierno ya había anunciado que presentaría una demanda contra Morales y otros dirigentes del MAS, a quienes acusa de ser responsables de al menos una treintena de muertes por coronavirus de pacientes que no habrían recibido oxígeno y otros insumos médicos por los bloqueos en rutas, cuestión que el MAS y la central sindical desmintieron con el apoyo de videos que emitieron en redes sociales.

Las organizaciones decidieron hacer bloqueos en rutas si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no daba marcha atrás en su decisión de aplazar los comicios, esta vez previstos para el 18 de octubre, debido, argumentó, a la situación de la pandemia de coronavirus.

Debido a las cifras de contagios diarios, el Gobierno de Áñez reiteró en varias ocasiones su petición de que no se lleven a cabo movilizaciones alguna para evitar nuevos casos.

La crisis política en Bolivia estalló con las pasadas elecciones del 20 de octubre, cuando la oposición denunció un fraude electoral de Morales, confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Morales dimitió y se exilió primero en México y luego en Argentina. En Bolivia hubo una ola de disturbios que terminó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores con las fuerzas de seguridad.

Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero los comicios tuvieron que ser aplazadas por el coronavirus.

Ante la imposibilidad de fijar una nueva fecha, el Congreso -controlado por el MAS- determinó el 6 de septiembre, algo aceptado en un principio por el TSE, aunque no por el Gobierno, que insistió en aplazar aún más los comicios agravando la crisis y elevando al máximo el grado de tensión social. (Télam)

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