Por Carlos Werner
24 Octubre 2020
EN LOS DETALLES. El trabajo en Ojo de Agua se intensificará en estos días. twitter@atoficial
Apenas la encargada del bolillero instalado en el salón de actos de la sede de la Conmebol en Asunción revolvió las pelotas del copón 2, desde el interior de una de ellas apareció un primer papel con el nombre de Independiente. Segundos después, otras manos se hundieron en el copón 1, y quedó a la vista el de Atlético. Ni tiempo para sentir ansiedad hubo y ya estaba armado el primer partido...
Meses después de un obligado parate por la pandemia, y ya bastante lejano aquel épico partido en el Monumental “José Fierro” en el que le frustró a River en marzo la posibilidad de lograr el título de la Superliga, el “Decano” tiene otra vez con quién jugar por una competencia oficial. En el medio quedó aquel frustrado enfrentamiento, también con el “Millonario”, ahora en Núñez y por la Copa de la Superliga, al cual el equipo tucumano se presentó, pero el local no, alegando cuestiones sanitarias debido a la entonces incipiente pandemia. Inexplicablemente, todavía hoy el tema no cuenta con una resolución por parte de la AFA.
De vuelta al partido con Independente, ¡vaya qué rival y en qué competencia! Esta especie de “clásico moderno” que el “Decano” libra con el “Rojo” (ver datos en nota aparte), encuentra a los dos sin rodaje, pero con una ansiedad por jugar que supera cualquier análisis previo.
Paradojas del azar, al “Decano” se le abre un horizonte con dos visitas consecutivas a Avellaneda en pocos días. Una vez que enfrente al “Diablo por la Sudamericana (el jueves 29, desde las 21.30), tendrá pocos días para alistarse para el choque con Racing (quizás el domingo 1 de noviembre), en el “Cilindro” y por la primera fecha de la Copa de la Liga Profesional. Y, al toque, revancha con Independiente en el Monumental (jueves 5 de noviembre, a partir de las 21.30) y nueva presentación de visitante en la Liga, esta vez ante Arsenal en Sarandí (quizás el domingo 8).
Ya se sabía que lo que había por delante era una “catarata” de partidos.
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