“No hay por qué elegir una vacuna u otra por su origen”

La tucumana Nathalia Katz, que trabaja en el programa nacional de inmunizaciones desde 2010, insiste en que cualquier dosis que se aplique tendrá probada su seguridad y eficacia.

DE LA UNT A BUENOS AIRES. Katz es referente en vacunación antigripal. DE LA UNT A BUENOS AIRES. Katz es referente en vacunación antigripal.

Cuando Nathalia Katz se recibió de médica en la Universidad Nacional de Tucumán y se formó como infectóloga en el Hospital Padilla, nunca se imaginó que durante su experiencia laboral afrontaría dos pandemias. Mucho menos que ocurrirían en un mismo decenio y que una de ellas causaría los estragos que aún mantienen en vilo al planeta entero. “Jamás pensé que estaría en gestión”, reconoce sobre su desempeño científico en la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dicei) del Ministerio de Salud de la Nación.

Esa área es, justamente, la que ya lleva adelante la titánica misión de gestionar la vacunación contra el nuevo coronavirus. “Estuve de pandemia en pandemia. Ingresé al programa de inmunizaciones a fines de 2010, cuando finalizaba la campaña por la gripe A H1N1”, repasa la especialista. En los años siguientes, se dedicó a la incorporación de esa preparación y la que previene el virus del papiloma humano (VPH) al calendario nacional de vacunación. Desde entonces, la tucumana es una referente nacional en ambas campañas.

En diálogo con LA GACETA, Katz desarrolla la importancia de que pronto -según se espera- lleguen el país las primeras dosis que generen inmunidad contra la covid-19. A su vez, insiste en que no se aplicará ninguna vacuna cuya seguridad y eficacia no haya sido probada. “Siempre pasarán por el registro de la autoridad reguladora. No hay por qué hacer una elección entre una u otra por su origen”, dice sobre los prejuicios que algunas investigaciones han producido. Tampoco serán una solución inmediata, advierte.

-¿Cómo ha sido el trabajo de la Dicei en este año tan particular?

-Son como dos períodos. En la primera parte del año, antes de que estuviera más claro el tema de las vacunas contra la covid, nos abocamos a la vacunación antigripal. Se hizo en etapas por el aislamiento obligatorio, priorizando los grupos de mayores riesgos. Tuvimos resultados históricos de vacunación en personal de la salud y mayores de 65 años. La otra cuestión, en medio de las restricciones y las fases que atravesaron las provincias, fue atender el retraso que se ocasionó en el calendario normal de todas las vacunas. Eso es algo que sucedió en todo el mundo. Es muy importante mantener buenos niveles de vacunación para evitar que reaparezcan enfermedades que ya estaban eliminadas. Así, pudimos contener el gran brote de sarampión.

-¿Entonces el siguiente período fue dedicado de lleno a la covid?

-Ahora todo el equipo técnico del Dicei trabaja en las planificaciones para implementar las estrategias ante la llegada de la vacuna contra el coronavirus, que será en varias etapas. Trabajamos en capacitaciones, comunicaciones, articulación con la sociedad científica y socios estratégicos como ONG, ministerios y fuerzas de seguridad. Llevaremos el registro nominal de las dosis aplicadas y, por último pero no menos importante, la vigilancia de la seguridad. La farmacovigilancia se hace con todas las vacunas, pero es más relevante cuando se incorpora una nueva como en este caso.

-¿Cuáles son los desafíos?

-Será la mayor campaña de vacunación de la historia y el gran desafío es vacunar a un porcentaje importante de la población en el menor tiempo posible. Sólo así podremos ir disminuyendo los efectos socioeconómicos nocivos de la pandemia mientras se reducen las hospitalizaciones, los contagios y las muertes. Trabajamos también en emitir mensajes claves de seguridad. Vivíamos con un paradigma tradicional según el cual la investigación para alcanzar una vacuna llevaba años. Ahora estamos en un paradigma pandémico de emergencia, que no significa que no se realicen todas las fases necesarias. Se superponen para ganar velocidad. En ese sentido, el mensaje que buscamos dar a la población es que no se va a aplicar ninguna vacuna que no haya pasado por los registros debidos de las autoridades reguladoras, que en la Argentina es la Anmat.

-¿Qué se hace para transmitir esa confianza necesaria?

-Emitimos esos mensajes claves de seguridad para que luego puedan ser comunicados con claridad a la población. Nos basamos en preguntas frecuentes, hay una línea 0800 gratuita, articulamos con los socios estratégicos y realizamos cursos de formación de voluntarios. El voluntariado es muy importante en esta campaña porque será masiva y requiere de precauciones para garantizar el distanciamientos social. También se hicieron encuestas de percepción de la vacunación contra la covid entre el personal de la salud y la comunidad con el fin de hacer un diagnóstico de la confianza. Estará disponible la información clave en forma concisa.

-¿Cómo ven los prejuicios que se han formado sobre algunas investigaciones, como la rusa?

-Las vacunas que sean registradas serán todas seguras y eficaces porque habrán pasado por todos los procesos correspondientes. No hay por qué hacer una elección entre una u otra por su lugar de origen; en un congreso médico se preguntaba eso. Va a estar la vacuna que esté disponible para la etapa que corresponda según la población que corresponda, comenzando por los mayores de 60 años, los grupos de riesgo, el personal de salud y otros llamados estratégicos, como de seguridad.

-¿Hay plazos precisos para la aplicación de la Sputnik V, que sería la primera en arribar al país?

-A nivel técnico no contamos con esa información. Calculo que sabremos más cerca de la fecha para dar plazos a las etapas de vacunación, como hicimos este año con la antigripal. Lo que sí sabemos es que no habrá una sola vacuna, sino varias durante el 2021. Es imposible que un solo laboratorio tenga la capacidad de producir para todo el mundo.

-¿Por qué no será obligatoria?

-Por ley, las vacunas obligatorias son las incorporadas al calendario nacional. Lo que se hará en 2021 no será eso, sino una campaña nacional masiva de vacunación. Desde el Ministerio de Salud abogamos por que sea voluntaria teniendo en cuenta que es una cuestión de solidaridad y responsabilidad social. No sólo evita que uno se enferme, sino la transmisión del virus a alguien vulnerable que no puede recibirla.

-¿Luego podrían incorporarse al calendario obligatorio?

-No lo sabemos porque dependerá de si es necesario revacunar. Aún se desconoce cuánto tiempo dura la inmunidad que estas vacunas producen y si es necesario aplicar en dosis anuales como la gripe. La actualización de la información es permanente. Cada semana salen mayores evidencias y algunas nociones quedan antiguas. Eso no pasaba, por ejemplo, con la influenza ni el VPH.

-¿Por qué deberían vacunarse incluso quienes ya generaron anticuerpos de forma natural?

-Porque tampoco sabemos cuánto dura la inmunidad natural de alguien que superó la enfermedad. La vacunación se hará “en sucio”, como se llama cuando se aplica independientemente de si alguien se contagió antes. Ya sabemos incluso que hay reinfecciones o que en algunos casos leves el nivel de anticuerpos es bajo. Deberemos seguir cuidándonos hasta tener resultados de largo plazo.

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