En el arranque de su administración, Joe Biden firmó este lunes un decreto para priorizar a las empresas y productos estadounidenses en los contratos con el gobierno federal y aseguró: “el futuro de Estados Unidos debe construirse en Estados Unidos y de la mano de todos los trabajadores estadounidenses”.
La idea “Made in America” (Hecho en Estados Unidos) no es nueva, ni siquiera en estos últimos años, cuando su predecesor, Donald Trump, la usó como caballito de batalla de su política productiva. En relación a esto, Biden denunció que su antecesor implementó esa política días antes de dejar el poder.
“El Gobierno federal gasta cada año aproximadamente U$S 600.000 millones en insumos y servicios para que el país siga funcionando y se garantice su seguridad. Y hay una ley que existe hace casi un siglo para garantizar que el dinero que se gasta, los impuestos que se usan para esto, sea gastado para apoyar a los puestos de trabajo y los negocios estadounidenses. Pero el Gobierno anterior no lo tomó en serio”, aseguró el mandatario desde la Casa Blanca.
“Durante el anterior Gobierno, el Estado federal otorgó contratos directos a empresas extranjeras, pero eso va a cambiar con mi mandato”, prometió Biden.
El decreto presidencial tiene como objetivo impulsar la producción nacional y salvar empleos industriales mediante el aumento de las inversiones en las industrias manufactureras y los trabajadores, puntualizó la agencia AFP.
En relación a esto, Biden destacó que Estados Unidos no debe garantizarse “los trabajos de hoy”, sino también “los puestos y las industrias del mañana”, lo que empalma con su política ambiental de potenciar con inversiones nuevas energías y tecnologías más sustentables.
El objetivo de las inversiones que habilitarán los cambios será revitalizar a la clase media trabajadora, uno de los sectores mas golpeados por la pandemia, y de la capacidad de consumo en general, indicó la agencia Télam.
“Oficina del ex presidente”: Trump no se queda quieto
El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció la creación de una oficina que, desde Florida, gestionará su agenda y comunicaciones públicas.
La “oficina del ex presidente”, como se ha bautizado este equipo, será “responsable de gestionar la correspondencia, declaraciones públicas, apariciones y actividades oficiales de Trump”, que guardó silencio desde que llegó el mismo 20 de enero a su residencia de Mar-a-Lago.
“El presidente Trump siempre será un campeón para el pueblo estadounidense”, proclamó la nueva oficina en su nota, según la cadena CBS.
Mientras tanto, el Senado iniciará, el próximo 9 de febrero, con el segundo juicio político en su contra. Si Trump es declarado culpable, no será destituido del cargo que ya dejó, pero quedaría inhabilitado para buscar un lugar en la Casa Blanca nuevamente en 2024.