Ingreso a Medicina: una hora más para recuperar, pero las mismas dificultades

El decano respondió los cuestionamientos de los aspirantes. Mañana rendirán de 9 a 13; si fallan, podrán presentarse en abril.

INCLINADOS. Martínez se disculpó por la falta de comodidades, pero explicó que nadie alquila 1.500 pupitres. la gaceta / foto de antonio ferroni INCLINADOS. Martínez se disculpó por la falta de comodidades, pero explicó que nadie alquila 1.500 pupitres. la gaceta / foto de antonio ferroni

El examen de ingreso a Medicina 2020, que se tomó de manera presencial un año después de lo previsto, dejó sensaciones dispares, según cómo se mire; hay satisfacción por haber cumplido y malestar por las condiciones.

Por la pandemia, la Facultad se vio obligada a tomar los cuatro contenidos juntos (Comprensión de texto, Biología, Física y Química), en tres horas, mediante el sistema de opción múltiple. También la exigió a hallar un escenario que pueda albergar a más de 1.500 personas, sin correr riesgos sanitarios, lo que obligó a resignar comodidad. Sólo unos pocos aspirantes alcanzaron la meta de 60 puntos exigidos de piso. Los que no llegaron, tendrán mañana otra oportunidad en el club Central Córdoba, de 9 a 13.

El decano Mateo Martínez indicó que recibieron planteos por la duración y dificultad del examen. El Consejo Directivo de la Facultad de Medicina, entonces, resolvió por unanimidad que la recuperación tenga una duración máxima de cuatro horas. También hubo voces críticas porque no pupitres. “Sacrificamos comodidad para garantizar cuidados; quiero expresar las disculpas si no han estado lo suficientemente cómodos, pero también quiero dar las garantías de que han estado lo suficientemente seguros”, dijo Martínez a LA GACETA.

El también médico dijo que para tener 1.500 personas en un aula precisaban de un ámbito educativo con capacidad para 4.500, así cumplir con el protocolo. Al no haber esa infraestructura, se alquilaron dos canchas de básquet (Central Córdoba y Caja Popular de Ahorros), cerraron calles y realizaron “una logística enorme” para la bioseguridad. “Nos vimos obligados a usar las tribunas porque con las sillas que contratamos no entraban los chicos. Y nadie alquila 1.500 pupitres, entonces no había otra alternativa”, argumentó.

Aunque sólo se presentó el 64% de los 1.492 jóvenes inscriptos, Martínez ponderó que el examen haya sido presencial y no virtual. “No teníamos otra que hacer un examen único, porque cada instancia evaluativa ponía en riesgo la seguridad de 1.600 personas. Al hacerlo único se da una paradoja: para algunos chicos era demasiado largo un examen de tres horas, y otra parte decía que era corto el tiempo para 55 preguntas”, dijo.

El decano dijo que tienen una doble sensación: por un lado, satisfacción de haber podido llevar a cabo un examen de esta masividad en este contexto, lo cual demandó un esfuerzo enorme de varios sectores; y por el otro, cierto pesar al ver que el 64% de los inscriptos no se presentó y que la cifra de aprobados fue reducida (no dio número). Indicó que los resultados no fueron públicos para no violentar a los estudiantes ya que hay una recuperación. Sólo dijo que el 39% aprobó Comprensión; el 20% Biología; el 13% Física; y un 9% Química.

La Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt), que encabeza Diego Toscano, consideró que los resultados del examen son bochornosos debido a la dificultad, las condiciones y el escaso tiempo de examen. “Evidentemente buscaba mantener el cupo histórico de ingreso”, embistió.

Algunos aspirantes hablaron con este diario y coincidieron en que tres horas fue muy poco para cuatro materias, y que los perjudicó el escenario. “Nos dolía el cuello, era incómoda la situación. Hubo chicos que se desmayaron”, aseveró Agustina. Y agregó: “trataron de hacerlo más difícil al examen para mantener el cupo. La mayoría nos quedamos mal; hay compañeros que no quieren recuperar”.

Rosario opinó que la falta de comodidades influyó mucho en la performance. “Había aspirantes en sillas, otros en tribunas y sí había en el piso. Creo que esto influyó un montón en la concentración”, afirmó. En cuanto a la dificultad, opinó que tres horas era poco tiempo. “Llegamos al punto de ver qué materia resolver y cuál dejarla a la suerte”.

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