10 Marzo 2021
Gerónimo Vargas Aignasse en sesión.
El vicepresidente primero de la Legislatura, el referente manzurista Gerónimo Vargas Aignasse, rechazó los dichos de los dirigentes del jaldismo que cuestionaron su rol como "interlocutor" de la Casa de Gobierno en la previa a la sesión para designar nuevo titular de la Defensoría del Pueblo de Tucumán.
El lunes, el bloque oficialista se fracturó luego de que se impusiera para ese cargo al jaldista Eduardo Cobos. La Casa de Gobierno, que en principio impulsaba la continuidad de Fernando Said Juri Debo como ombudsman, resolvió que los legisladores afines al gobernador Juan Manzur se escindieran y conformaran la bancada "Lealtad Peronista".
“Hoy las decisiones pasan por el bloque mayoritario. El gobernador se ha equivocado al elegir operadores como Carolina Vargas Aignasse (ministra de Gobierno y Justicia), Carlos Cisneros (diputado), Sergio Mansilla (legislador) y Vargas Aignasse para llevarlo a un enfrentamiento innecesario”, expresó el jaldista Daniel Deiana ayer a LA GACETA.
Vargas Aignasse le salió al cruce. "No voy a ser nunca un Interlocutor válido cuando legisladores del mismo bloque oficialista van a hablar mal del gobernador en todos los medios de comunicación. No voy a consentir con mi silencio o inacción ese nivel extremo de deslealtad", afirmó el vicepresidente primero de la Legislatura a este diario.
Además, aseveró que no fue el manzurismo el espacio que propició el quiebre en el PJ. "Personalmente, y por pedido del gobernador, hasta minutos antes de la reunión de comisión (que definió las ternas para ombudsman) le pedí a Jaldo que la suspendiera; al día siguiente nos juntaríamos todos con el gobernador para evitar la fractura. Regino Amado estuvo presente. Por supuesto que hay que dialogar, pero no desde la hipocresía", remarcó el ex diputado nacional.
Vargas Aignasse consideró que "esto no pasó nunca en Tucumán". "Nadie pone en dudas las condiciones personales de Cobos; lo propusimos también en la terna junto a Juri Debo, buscando el consenso hasta el último día. Hay que dialogar, pero con sinceridad y priorizando la gobernabilidad y la unidad", indicó.
Y analizó cuál fue a su criterio el disparador del conflicto. "Hay un entorno de Jaldo que aceleró los tiempos; quisieron comerse la cena en el almuerzo, y no entienden que el gran ordenador de la política peronista son las elecciones internas", interpretó Vargas Aignasse.
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