La frontera con México, el gran desafío para Biden

La difusión de fotos de niños apiñados en centros de detención de Texas generan fuertes críticas. La Casa Blanca envió una misión para controlar la situación.

DENUNCIA. Las fotos tomadas por el representante Henry Cuellar.  reuters DENUNCIA. Las fotos tomadas por el representante Henry Cuellar. reuters
23 Marzo 2021

TEXAS, Estados Unidos.- Separados en grupos por láminas de plástico, decenas de migrantes están sentados en el suelo, apiñados juntos, según fotografías recientes tomadas dentro de un centro de procesamiento fronterizo de Estados Unidos en Donna, en Texas. Las fotos fueron publicadas por el representante demócrata de Texas Henry Cuellar, cuya oficina dijo que se tomaron el fin de semana.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está tratando de contener una creciente crisis humanitaria en la frontera suroeste de Estados Unidos.

Un fuerte aumento de la cantidad migrantes que huyen de la violencia, los desastres naturales y las dificultades económicas en Centroamérica está poniendo a prueba el compromiso de Biden con una política de inmigración más humana que la de su predecesor, Donald Trump.

La esperanza de una respuesta menos dura del gobierno de Estados Unidos ha animado a algunos migrantes a emprender el viaje hacia el norte.

Funcionarios estadounidenses están teniendo dificultades para albergar y procesar a un número cada vez mayor de niños no acompañados, muchos de los cuales han estado varados en puestos fronterizos durante días mientras esperan ser colocados en albergues gubernamentales ya abrumados.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos dijo el mes pasado que estaba abriendo la instalación temporal en Donna para proporcionar capacidad de procesamiento para el sector del valle del Río Bravo, mientras se renueva un centro permanente en McAllen.

La agencia dijo entonces que se esperaba que la instalación de Donna contara con amplias áreas para comer y dormir.

En una foto, se ven personas de todas las edades, incluidos niños, sentados en el suelo. Con la pandemia de coronavirus aún en su apogeo, todos parecen llevar mascarillas, pero están apiñados.

En otra, se ven filas de personas acostadas una al lado de la otra sobre esteras y cubiertas con mantas de emergencia.

Las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para el distanciamiento físico durante la pandemia es de al menos dos metros para reducir la propagación del coronavirus.

Desde sus primeras semanas en el cargo, el gobierno de Biden ha estado tratando de ponerse al día, luchando para detener esta creciente crisis en la frontera sur, donde ahora hay más de 14.000 menores no acompañados bajo custodia.

Los republicanos han atacado el manejo de la situación por parte de Biden, y culpan a su decisión de revocar algunas de las durísimas políticas fronterizas de la administración Trump por inducir lo que se perfila como un aumento histórico de migrantes a la frontera.

Los funcionarios de la administración Biden dicen que esperaban que la cantidad de migrantes que llegaban a la frontera de Estados Unidos aumentara una vez asumieran el cargo, dado su enfoque diferente de inmigración en comparación con la de Trump. Pero no anticiparon un aumento tan grande, que según el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, puede llegar al pico más alto en dos décadas.

El senador Chris Murphy, un demócrata de Connecticut, que viajó a la frontera con Mayorkas el viernes, describió las condiciones en las instalaciones fronterizas. “Acabo de salir de la instalación de procesamiento fronterizo. Cientos de niños apiñados en grandes habitaciones abiertas. En una esquina, luché por contener las lágrimas mientras una niña de 13 años sollozaba incontrolablemente explicando a través de un traductor lo aterrorizada que estaba, después de haber sido separada de su abuela y estar sin sus padres”, tuiteó.

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