Bolsonaro se prepara para enfrentar las denuncias

El gobierno brasileño envió a los ministros una lista de 23 posibles cargos por los que pueden ser acusados ante la Comisión Parlamentaria de Investigación.

INVESTIGACIÓN. El Parlamento quiere que el gobierno responda.  INVESTIGACIÓN. El Parlamento quiere que el gobierno responda. REUTERS
27 Abril 2021

BRASILIA, Brasi.- La Casa Civil de la Presidencia de Brasil ha enviado a 13 ministerios que conforman el Gobierno una lista con 23 posibles acusaciones a las que sus responsables y el presidente, Jair Bolsonaro, podrían enfrentarse ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que indaga la gestión llevada a cabo por las autoridades federales durante la crisis de la pandemia.

Hoy se reunirá por primera vez la CPI para abordar las posibles negligencias que el Gobierno de Brasil habría cometido desde que estalló la crisis sanitaria en marzo de 2020.

Desde entonces, más de 14,3 millones de personas han contraído una enfermedad que además, le costó la vida a más de 390.000 brasileños.

Algunas de las acusaciones de la lista hacen referencia a los episodios más conocidos de Bolsonaro durante la pandemia, como su reticencia a adquirir vacunas procedentes de China, el uso de fármacos sin evidencia científica, como la hidroxicloroquina, o su negativa a imponer medidas de confinamiento para evitar el avance del virus, e incluso impugnarlas ante el Tribunal Supremo.

“La de China no la compraremos. Es mi decisión. No creo que transmita seguridad suficiente a la población”, llegó a afirmar Bolsonaro en relación a Coronavac, la vacuna de la farmacéutica china Sinovac, días después de que el por entonces ministro de Salud, Eduardo Pazuello, hubiera firmado un protocolo de intenciones para adquirir esa vacuna.

Según el diario “O Globo”, en la lista de acusaciones también está el uso de los medios de comunicación y los canales institucionales como arma de propaganda para difundir información errónea sobre la pandemia, no lanzar campañas de concientización o minimizar los efectos del coronavirus, como cuando el propio Bolsonaro calificó la enfermedad de “gripecita”.

Otra de las investigaciones se centrará en el llamado “gabinete del odio” del que se habría servido el Palacio de Planalto para difundir información falsa sobre la pandemia o atacar a rivales políticos y a las medidas en favor del confinamiento, algo que también está siendo investigado por el Tribunal Supremo de Brasil. Bolsonaro tuvo varios enfrentamientos con los gobernadores y autoridades locales, sobre todo, con el gobernador de San Pablo, Joao Doria, de quien dijo que era “estiércol”.

La situación en el estado de Amazonas, una zona pobre e inaccesible, que sufrió el coronavirus con especial virulencia debido a su ya precaria situación médica y sanitaria también será objeto de investigación.

Según la Fiscalía brasileña, el Gobierno era consciente a finesde diciembre de que Amazonas necesitaría no solo un refuerzo de la dotación de oxígeno para tratar a los pacientes más críticos, sino que además tendría que trasladar a muchos de ellos a otros lugares para poder aliviar la presión hospitalaria.

El gobierno de Bolsonaro está también acusado de genocidio de las comunidades indígenas, a las que se dejaron desatendidas durante la crisis sanitaria. (Reuters-Especial)

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