Aquí se ventilan los trapitos al sol

La Legislatura protagonizará hoy una batalla épica, pública, en vivo y en directo por el poder, más precisamente por el que ostenta el oficialismo en sus dos versiones. Por un lado, los parlamentarios afines al vicegobernador buscarán encontrar la llaga del Gobierno en la cual posar el dedo. Harán foco en la gestión del interpelado ministro Juan Pablo Lichtmajer, a quien señalarán con la ayuda de la oposición. El jaldista Javier Morof y los radicales José Canelada y José Ascárate alzarán la voz para plantear la mayoría de las preguntas a las que será sometido el funcionario. Exhibirán números incómodos, más allá de que la razón los ampare o no: dirán que el presupuesto 2021 para educar a los tucumanos cayó un 4% respecto del año anterior, que en 2020 se ejecutó apenas un 26% del presupuesto para reparar y reacondicionar las escuelas (es decir que, por ejemplo, si había $ 100 para obras se invirtieron o gastaron apenas $ 26) y que la única repartición que tuvo un crecimiento extraordinario en su presupuesto es la Dirección de Asistencia Técnica Pedagógica, que según los preguntantes sirve sólo para nombrar personal discrecionalmente.

La interpelación, que no tiene efecto fáctico sobre el ministro, dejará expuesto al funcionario. Esa precisamente es la intención del jaldismo, que además esconde un mensaje: de ser necesario transitarán el mismo camino Claudio Maley y otros ministros.

Osvaldo Jaldo se quiere mostrar fuerte y amenazante no sólo ante Juan Manzur, sino ante la grey peronista, que no acepta debilidades. El reglamento interno de la Cámara será un aliado para mutear a los manzuristas, que tendrán que someterse a la voluntad jaldista para “defender” al ministro.

La estrategia del manzurismo está armada. Buscará hacer uso de la palabra, dejar en evidencia la “mordaza” jaldista y hasta exhibir con pancartas, desde las bancas, lo que piensan del vicegobernador. Entre otras cuestiones, los carteles harían foco en la traición al peronismo y a la identificación del vice como opositor. Los leales al gobernador bajan el discurso que el tranqueño es macrista-bussista. Por ahora, ni a jaldistas ni a opositores les preocupa. Los radicales, por ejemplo, se frotan las manos y entienden que, lejos de hacerle el juego a Jaldo, se adueñan por un ratito de la pelota y pueden exponer a un Gobierno al que intentan dejar en evidencia con sus fallas -sin éxito- desde hace años. El quiebre de la dupla, entiende la oposición, no se habría precipitado sin aquellas manos en alto para consagrar a “Lalo” Cobos como defensor del Pueblo. Llevaron agua para su molino, afirman.

Así las cosas, el debate será tenso, a cara de perro y con una calle posiblemente también crispada: se espera que hoy acudan al edificio legislativo movilizados a favor y en contra de Lichtmajer.

Además de la interpelación, en la Cámara pasan otras cosas. Jaldo sopla como un huracán para alejar a los rivales e inspira aire como una aspiradora para absorber aliados. En ese juego, antes de desplazar a Gerónimo Vargas Aignasse de la vicepresidencia de la Legislatura habría ofrecido a Germán Alfaro ese puesto para algún parlamentario de su Partido por la Justicia Social. El intendente dijo que no, pero el solo convite produjo algunos temblores. Raúl Albarracín se quedó con las ganas y Walter Berarducci entendió que no fue la mejor decisión. O al menos eso se interpreta de su comunicado -“a título personal”, aclararon rápido desde el PJS- lanzando el debate sobre si Manzur puede o no ser candidato a vicegobernador. El parlamentario aseveró que la Constitución se lo impide. ¿Quiso decirle a Alfaro que su juego debería ser dentro de la interna peronista y su aliado ser Jaldo?

Arreciaron comentarios sobre un pase de Berarducci al jaldismo, descartado por el propio protagonista y por el PJS, que no recepcionó bien la rabieta.

Nota al margen: más temprano que tarde aparecerá del entorno jaldista un pedido de certeza a la Corte para que aclare si la Constitución habilita o no a Manzur como candidato a vice. La pelea se juega en los tres poderes.

En la Legislatura también se insiste en que habrá cambios entre los bloques peronistas, pero la fuga se contiene. Dos poderosos dirigentes del interior negaron la posibilidad -al menos por ahora- de jurar Lealtad Peronista. Sin embargo, ese bloque podría tener integrante nuevo, pero sin que sume uno a los 14. ¿Vargas Aignasse podrá resistir el insistente pedido de Manzur para que se haga cargo del Ministerio de Seguridad? Podría mudarse a la Casa de Gobierno.

En el vendaval de denuncias en el street fighter entre el gobernador y el vice colaron otro puñetazo al magullado líder del Siprosa José Gandur. El concejal de Alderetes Luis Correa, que organizó la fiesta de 15 del escándalo, estuvo adscripto al Siprosa entre 2015 y 2019. Gandur se pegó al mandatario desde que el gobernador empezó su carrera como ministro, se volvió un hombre clave para Manzur y habría pedido que incluyeran al edil en la lista oficialista. La interna convirtió el pasado silencioso de muchos en gritos y trapos sucios colgados al sol.

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