Carta abierta de tus feligreses
“¿Recuerdas el día que llegaste a nuestro pueblo de Villa Carmela? Con una alegría que desbordabas, iniciaste una tarea admirable en tu comunidad, poniendo como predilección a las familias, con un cariño especial sobre cada uno de ellos. Te hiciste cargo como padre. En colectivo o bicicleta te dirigías para celebrar la misa en cada capillita que estaba bajo tu responsabilidad. ¡Tenías un espacio y tiempo para todos” No sabemos cómo lo hacías pero esos brazos abrazaban una y otra vez el dolor de tu gente. En la sede parroquial era impresionaste la cantidad de laicos que se multiplicaban día a día cada vez que convocabas. Los retiros de hombres y mujeres (que tanto extrañamos desde que te fuiste), jornadas, convivencias, peregrinaciones. Por supuesto, con tu campera azul, mate y el termo bajo el brazo.
Fuiste el Jesús que lloraste en aquella oportunidad ante la muerte de un pequeño niño que no contaba con servicio para ser velado. Nos pediste que con los bancos de la capilla y los candelabros, armáramos un espacio para que fuera un velatorio digno, mientras tú te encargabas de buscar el cajón. Hacías propio el dolor de tu gente”, se lee en el muro de Facebook de María del Carmen Costas.
“Me ayudaste a aceptar mi terca rebeldía”
“Amigo querido, hermano Melitón, cuanto dolor tu partida; me quedo con lo mucho compartido; lo mucho que me ayudaste a entender o aceptar en mi terca rebeldía!!! Guardo para siempre en mi corazón una fe que se sostiene en la esperanza y en el diálogo como herramienta para la paz y la amistad social” (Graciela Salazar, en Facebook).
“Me hizo tener fe en la Iglesia”
“Melitón fue para tantos, un ser entrañable. En mi caso, puedo reconocerlo y verlo en innumerables momentos importantes de mi vida. Su parternidad se hizo presente con fuerza y puedo descubrirla nítidamente en el transitar de mis días (...) En mi vida no solo hizo presente a Dios, sino que lo corporalizó. Con su testimonio de vida, me hizo tener fe en la Iglesia. Y ahora me invita a creer en la vida eterna. ¡Gracias por el don de la su vida!” (del muro de Paola Bottini).
“Gracias por compartir tu amistad”
“Servidor bueno y fiel. Querido hermano Melitón, descansa en paz, gracias por compartir tu amistad, tu fraternidad y el ministerio. Un abrazo al cielo” (del muro del padre Pepe Abuin).