El presidente Alberto Fernández lamentó el retorno a las clases presenciales en zonas que se encuentran bajo alerta epidemiológica por la pandemia de coronavirus, como son los casos de la ciudad de Buenos Aires, y las provincias de Córdoba y Mendoza, y dijo que esa decisión tomada por los Gobiernos locales equivale a "jugar con fuego".
"Es jugar con fuego. Lo que lamento es que el fuego va a quemar a los argentinos y argentinas en su lugar", dijo el Jefe de Estado en una entrevista brindada a Radio Splendid.
Consultado por la vuelta a clases presenciales en contra de lo dispuesto por el último Decreto de Necesidad y Urgencia, Fernández insistió con que la decisión del Gobierno nacional no se basa en un "capricho" sino en datos sanitarios.
"No es un hecho caprichoso nuestro; no es que se nos ocurrió arruinarles la vida a los cordobeses, a los mendocinos, a los porteños. La idea es cuidar a la gente", enfatizó el mandatario.
En ese sentido, explicó que el Gobierno implementó un sistema que mide la cantidad de casos cada 100 mil habitantes y que en los distritos que han desestimado la suspensión de las clases, se está muy por encima de ese máximo.
"En Alemania, cuando hay 150 cada 100 mil, se suspenden las clases presenciales. En todos estos lugares es 600 o 700", dijo Fernández en referencia a la Ciudad de Buenos Aires, y a las provincias de Córdoba y Mendoza.
El Presidente señaló que la suspensión de la presencialidad responde a la movilidad de personas que genera esa actividad y que, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, representa "al 35% de la gente".
"La Ciudad lo sabe, ¿si no volvería todo, no?", planteó Fernández en referencia al retorno parcial de las clases dispuesto por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a contramano de lo fijado por las normas nacionales.