Los indicadores epidemiológicos continúan siendo altos, pero los números dan cuenta de un estancamiento de los casos. No obstante, cada provincia los interpretará de distinta manera a la hora de evaluar cómo seguirán implementando medidas para controlar la circulación social y viral.
Ante la imposibilidad de contar con una ley del Congreso para establecer medidas a partir de parámetros epidemiológicos, en Casa Rosada tienen definido que el decreto que entrará en vigencia después del viernes será similar al 287, que se emitió el 1 de mayo y que estableció la implementación de un semáforo epidemiológico para categorizar las ciudades según la cantidad de casos de coronavirus. De esta manera, se espera que haya menos restricciones en las próximas semanas.
Aunque todavía no hay mayores precisiones sobre las nuevas regulaciones que entrarían en vigencia, fuentes allegadas a la gestión de Alberto Fernández confirmaron que se analiza la posibilidad de aplicar un cierre estricto durante el fin de semana del 20 de junio, teniendo en cuenta las celebraciones por el Día del Padre.
Argentina está registrando un promedio de 10.000 contagios menos desde el pico de 40.000 que tocó a fines de mayo. Sin embargo, la cantidad de fallecidos creció hasta llegar al registro de 745 en 24 horas.
A tan solo horas de que culminen las restricciones impuestas por el Gobierno nacional en el último decreto de necesidad y urgencia (DNU), la Cámara de Diputados logró avanzar con el proyecto de ley que crea el marco normativo destinado a la protección de la Salud Pública estableciendo medidas sanitarias generales de prevención, contención y disminución de los casos por la covid-19. La iniciativa otorga facultades especiales al Presidente y los gobernadores para tomar medidas de acuerdo a la situación sanitaria, determinada por la cantidad de contagios.
El diputado Pablo Yedlin, presidente de la comisión de Salud, defendió el proyecto al destacar que esto “define un semáforo epidemiológico de gravedad creciente, para que las restricciones tengan una lógica sanitaria”. El legislador tucumano también aclaró que “no hay en la delegación de facultades un intento de saltear la autoridad real, sino poner en blanco sobre negro cuáles son los indicadores en donde las provincias definen qué hacer”.
Por su parte, Beatriz Ávila fue una de las legisladoras que firmó el dictamen minoritario por considerar que el oficialismo impulsó un tratamiento “express” de la ley. “Quieren darle un ropaje de legalidad supuesta a una decisión soberana de un poder para estar por encima de otro”, dijo.