Ómnibus en la capital: “el transporte nunca será como antes de la pandemia”

Los propietarios de las firmas que ahora gestionan las líneas 11 y 18 apuestan a que pronto se redistribuyan los subsidios nacionales.

NUEVO SERVICIO. Desde esta semana, una nueva empresa pasó a explotar los recorridos de la línea 18 y ahora los coches son de color verde intenso. NUEVO SERVICIO. Desde esta semana, una nueva empresa pasó a explotar los recorridos de la línea 18 y ahora los coches son de color verde intenso. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO

Que los colectivos brinden el mejor servicio y que la situación económica mejore cuanto antes. Esas premisas resumen el espíritu de un grupo de empresarios que conforman las sociedades que explotan ahora las líneas 11 y 18 de transporte público en San Miguel de Tucumán.

En ambos casos, la gestión del intendente, Germán Alfaro, decidió quitar el permiso precario de explotación de los recorridos por graves falencias en el servicio y fueron asignadas, también de manera precaria, a las firmas Turismo Soliver y BSV Logística, hasta que se realice una nueva licitación. Alfaro dispuso, ante la crisis en el sector, que las 14 líneas de colectivos exploten los recorridos de manera precaria.

La respuesta a cómo es invertir en este contexto de crisis, la responde el contador Florencio Caro, apoderado de las firmas a cargo de las líneas 11 y 18: “nosotros somos personas de trabajo, lo único que sabemos hacer es trabajar. Apostamos al país, y a que esta dura situación económica dura sea sólo un impasse, todo tiene que mejorar. Sabemos que por ahora no es lo que debería ser como negocio, pero esperamos que a futuro sea un emprendimiento rentable cuando las condiciones macroeconómicas y del país cambien”.

- ¿Qué experiencia tienen?

- El grupo viene de distintas actividades pero estuvimos ligados al transporte de toda la vida. Tenemos más de 20 años de experiencia en el rubro transporte, algunos en el turismo y otros en líneas rurales de transporte público. Desde mayo nos hacemos cargo de la línea 11 y ahora, de la 18. Nosotros hemos absorbido a 91 empleados que ya trabajaban en la línea 11 y 80 en la 18. Hemos mantenido las fuentes de trabajo.

- ¿Qué apuesta hacen a futuro?

- Esperamos brindar el mejor servicio. Por ahora hemos modificado un poco los horarios de las dos líneas porque estaban planteados con el manejo anterior, para frecuencias de una ciudad de hace 40 años cuando el parque automotor era otro. Son cosas técnicas, pero adaptamos el flujo entre cabeceras para garantizar la frecuencia. Estamos mejorando todos los días el servicio, tenemos teléfonos en los coches para recibir sugerencias. Cualquier sugerencia nos sirve para mejorar día a día, lo estamos haciendo ahora mismo.

- ¿Les asusta la crisis en el sector?

- Esa es la apuesta nuestra. Esta asimetría que hay hoy en el país en el reparto de subsidios debe cambiarse, debe ser más equitativo. Es verdad que hoy en día es inviable cualquiera de estas empresas. Por la cantidad de personal que tenés están quizás sobredimensionadas. Nosotros nos hicimos cargo de la empresa con todo el personal que tenía y con el escalafón, por lo que estamos en las mismas condiciones que las firmas previas. Es una inversión constante, mes a mes, sobre todo en sueldos. Los subsidios ni la venta de boletos cubren los gastos de la actividad. Es inviable hoy, nuestra apuesta es que no lo sea, que haya un cambio en el reparto de subsidios y mejore la situación. Que en seis meses cambie la situación. El aumento del boleto ayuda, pero está retrasado para los esquemas que hay ahora. Hacemos todo lo posible para cubrir la expectativa de los servicios y la responsabilidad que se nos ha asignado.

- ¿Qué necesita el sector para ser atractivo nuevamente?

- Que cambien las condiciones, sobre todo en la parte de subsidios. En realidad es una compensación tarifaria, se llama así porque el costo del boleto real es elevado. El boleto que se cobra no es lo que debería valer, pero como se cobra $ 45 en vez de $ 100 o $ 200 -por poner un ejemplo-, se compensa esa diferencia para que sea un servicio público en condiciones.

- ¿A qué precio debería estar el valor técnico del boleto?

- Y no sabemos, es difícil de determinar. Por ejemplo, en este contexto, hay cosas que aumentan sin referencia. Una cubierta estaba a $ 30.000 cuando empezó la pandemia y ahora está a $ 110.000, no acompañó la suba del dólar, ni la inflación, ni nada. El gasoil va subiendo 17 veces en lo que va del año. Entonces los costos suben todo el tiempo, mientras que la tarifa y los subsidios para compensar la tarifa están congelados o suben muy poco. Son momentos difíciles. Por eso es que se llega a esta situación en la que están las empresas.

- ¿Debe reconvertirse el transporte cuando superemos la pandemia?

- El transporte público y la afluencia de gente, como la entendíamos, no volverá a suceder. No tendremos nunca el corte de boletos que teníamos antes de la pandemia. Pos pandemia la gente se acomodará a otros horarios de trabajo, quizás a horarios corridos, a otras formas de usar el transporte. Habrá que adaptarse a las nuevas formas de usar el transporte público. Es algo complejo de analizar y con muchas aristas pero sí creo que nunca volverá a ser el transporte como se lo entendía antes de la pandemia.

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