Las estafas con tarjetas de crédito son otro de las epidemias digitales que atormentan a los bancos y a sus clientes. Los casos son variados. En algunos, los delincuentes llegaron a clonar los plásticos.
1) El carding es la modalidad en la que el estafador se hace con los datos de la tarjeta de una persona para luego utilizarlos en compras online. “A veces esta modalidad va acompañada de la del phishing, que es buscar esos datos en internet: algunos estafadores crean páginas idénticas a las de los bancos o bien mediante un mail le solicitan a las víctimas que completen un formulario con los números de la tarjeta”, explicó el titular de la Secretaría de Participación Ciudadana, José Farhat, en entrevista con LA GACETA.
2) El scaning se da cuando el estafador utiliza un aparato de bolsillo (similar a un postnet chico) con el cual logra copiar los datos de la banda magnética de la tarjeta luego de pasarla por el aparato y luego poder reproducirla. “Es un aparato pequeño. Hay que estar atentos y no perder de vista la tarjeta. Otras recomendaciones bancarias: si va a un cajero, ponga las claves con una mano y tape con la otra el tablero. Se recomienda también activar el sistema de SMS o de mail para ser notificado de cada compra y poder reaccionar más rápido. Recuerde los cajeros que utilizó y los lugares donde pagó con la tarjeta”, añadió Farhat.