Rossana Chahla: "la lucha contra la pandemia fue una política de Estado”

“Si en Tucumán se ha vacunado a un porcentaje muy alto (de la población), incluyendo a los chicos de 18 años, es porque la piedra angular del plan de vacunación ha sido la dirigencia política. Nadie habla de eso. La dirigencia política fue a buscar a la gente a los parajes porque no tenía internet o no podía sacar el turno”.

La aseveración fue formulada ayer por el legislador manzurista Gerónimo Vargas Aignasse en el programa Buen Día, de LA GACETA. Explicaba, de esta manera, el impacto que tiene el hecho de que el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, haya dado de baja a alrededor de un millar de contratos de empleados de los legisladores que el 8 de marzo (tras la elección de Eduardo “Lalo” Cobos como Ombudsman, en contra del pedido del gobernador, Juan Manzur, se escindieron de la bancada Justicialista de Todos.

El periodista Indalecio Sánchez, quien lo entrevistaba junto con Gabriela Baigorrí, le preguntó si la campaña de vacunación no era una responsabilidad del Estado antes que de la dirigencia política. El parlamentario ratificó su postura y sostuvo que el papel del Estado es “vacunar, habilitar la tecnología para establecer una página (de inscripción) y poner a disposición las dosis y los 24 nodos. El Estado no puede ir casa por casa de una población de 1,8 millón de personas. Desde el marco de las organizaciones políticas y sociales, lo estamos haciendo”.

Política de Estado

Frente a descripción, este diario consultó a la ministra de Salud de la provincia, Rossana Chahla, acerca de si el Sistema Provincial de Salud contaba con el personal suficiente para enfrentar la pandemia. “La lucha contra la Pandemia no ha sido un asunto del Siprosa sino una política de Estado en la cual se involucró a toda la estructura estatal”, puntualizó la funcionaria.

“No es una cuestión para polemizar ni para politizar, porque la vacunación contra la covid-19 debe alcanzar a toda la población”, puntualizó. La ministra explicó, justamente, que debieron atenderse múltiples frentes. “La vacunación no fue domiciliaria porque su dinámica implicaba masividad y velocidad. Nuestra meta pautaba un 70% de la población hasta finales de julio: aún faltan 10 días y ya alcanzamos al 69%”, puntualizó.

“Para que esto fuera posible, necesitamos sumar a todo el que quisiera colaborar. El Gobernador, por ejemplo, instruyó a los delegados comunales para que nos colaboraran y ellos se ocuparon de llevar mucha gente de zonas rurales alejadas a los nodos de vacunación. Muchísima gente colaboró en difundir información casa por casa. Y en llevar alimentos y medicación. Los agentes sanitarios, por sí solos, no daban abasto porque la logística era muy compleja: la llegada de las vacunas, su traslado, la administración y los deshechos patogénicos. Capacitamos a unas 800 personas para que nos ayudaran”, puntualizó.

Alimentos y remedios

“A eso hubo que sumar desde las familias a las que había que llevarles alimentos y medicación hasta los casos de barrios y hasta comunas que hubo que aislar. Y no quiero olvidarme de los puestos fronterizos. Ahí, además de todos los agentes y colaboradores, el personal de seguridad siempre estuvo a nuestro lado”, agradeció.