La ruta 307 requiere obras y constante mantenimiento

El jueves pasado se abrieron los sobres para la licitación de las obras de repavimentación y reconstrucción de la ruta provincial Nº 307, en el tramo que une a la localidad de Ampimpa con la ruta nacional Nº 40. El acto tuvo lugar en la sede de la Dirección Provincial de Vialidad y se anunció como una tarea clave como simbiosis entre la obra pública y la infraestructura turística, dado que significará una mejora para facilitar el acceso de los visitantes a lo que se está conformando como la ruta del vino en nuestra provincia y a la zona de Quilmes.

En efecto, se trata de trabajos esperados desde hace muchísimo tiempo, y en especial desde hace un año, cuando se anticipó la inversión que se iba a hacer con fondos nacionales en este sector de la ruta 307, y se prometió que se iba a tardar unos tres años en llevar a cabo la pavimentación de esos 28 kilómetros entre el sector de Ampimpa y la ruta 40 (cercano a la ciudad sagrada de Quilmes). Ahora se han abierto los sobres de la licitación y se establece un plazo de 12 meses para la conclusión, lo cual supone un plazo sustancialmente menor al establecido originalmente. “Se trata de una ruta sumamente requerida por su elevado tránsito turístico. Este trayecto atraviesa nuestra Ruta del Vino, integrada por numerosas bodegas que cuentan con diferentes tipos de servicios turísticos, sumado a la cultura ancestral de la Ciudad Sagrada de Quilmes y Amaicha del Valle”, puntualizó el titular del Ente Tucumán Turismo. A su vez, el responsable de Obras Públicas de Vialidad sostuvo que se trata de una obra de suma importancia para Vialidad y para la Provincia de Tucumán, que llegará hasta el límite con Catamarca. “Con esto lograremos tener un trayecto en excelentes condiciones”, quien analizó que “será una obra compleja porque el pavimento se encuentra prácticamente al final de su vida útil debido al tránsito y a las condiciones propias del lugar”. También se encuentra en trámite la realización de otro tramo entre El Infiernillo y Ampimpa, que desde hace mucho tiempo se encuentra en pésimas condiciones -casi al final de su vida útil, como ha remarcado el funcionario- y que es esperado desde hace muchísimos años. De hecho, en varias ocasiones se ha señalado desde esta sección la necesidad de que las autoridades de la provincia se ocupen de la reparación y del mantenimiento de estos tramos de la ruta 307, que es esencial en el centro turístico de la provincia. Incluso las comunidades de Amaicha y de Santa María han expresado también sus inquietudes para que se jerarquice el trayecto entre Tafí del Valle y esas localidades. La obra que se hará incluirá la pavimentación de la calzada, el ensanchamiento de la ruta y la mejora de la señalética vial, lo cual es básico y debería formar parte del mantenimiento normal de una carretera, si bien, teniendo en cuenta los años de olvido y las dificultades que siempre ha planteado esta zona para Vialidad (intenso frío en invierno, tormentas en la parte alta cercana al Infiernillo en verano) se puede considerar realmente un importante adelanto que se lleve a cabo esta reparación.

Cabría esperar que esto sea un punto de partida para acelerar la mejora sustancial de la infraestructura vial en todo el Valle Calchaquí, injustamente olvidada durante años.

El turismo empuja cambios sustanciales y corresponde que las diferentes áreas con responsabilidad de la provincia sigan ese camino de cambios, que han de generar mejoras para todos.