El promedio de edad de los precandidatos tucumanos es de 52 años

El 54,4% de los 24 postulantes que encabezan boletas para las primarias ejercen cargos públicos. Un ama de casa, dos doctoras y una estudiante universitaria se destacan en un menú de opciones dominado por los abogados

El candidato prototípico en primer término de las primarias tucumanas es varón, tiene 52 años y ocupa un cargo público. Este postulante estándar muy probablemente, además, sea abogado. El legislador Ricardo Bussi (Fuerza Republicana) y el concejal Ramiro Beti (“Juntos para Construir”) se aproximan a ese perfil estereotipado construido a partir del análisis de las trayectorias y edades de los 24 nombres que encabezan boletas en las primeras abiertas de este 12 de septiembre.

El 54,2% (13) de las 24 precandidaturas corresponden a funcionarios públicos con mandatos en curso, aunque las atinentes al Congreso de la Nación expirarán este año. Los legisladores provinciales dominan el terreno de postulantes con cargos políticos en el Estado. En ese grupo están Bussi y su compañera Nadima Pecci (Fuerza Republicana); Federico Masso (Frente Amplio por Tucumán) y Juan Antonio Ruiz Olivares (Frente de Todos-Lista “Todos por Tucumán”). En un segundo escalón aparecen empatados los intendentes y los parlamentarios nacionales. Pertenecen al primer segmento Germán Alfaro de San Miguel de Tucumán (“Juntos para Construir”), y los aliados Roberto Sánchez de Concepción y Mariano Campero de Yerba Buena (Juntos por Tucumán). Integran el sector de legisladores de la Nación los actuales diputados José Cano (“Cambiemos Juntos”) y Pablo Yedlin (“Lealtad Peronista”), y la senadora Silvia Elías (“Cambiemos Juntos”).

El cuadro de autoridades del Estado en funciones situadas al frente de las listas se completa con el vicegobernador Osvaldo Jaldo (“Todos por Tucumán”), la ministra provincial Rossana Chahla (Lealtad Peronista) y Beti, que es el único edil que logró un lugar en el tope de la nómina. José Vitar (Frente Grande) y Daniel Blanco (Política Obrera) forman parte del conjunto de candidatos que ocuparon cargos públicos electivos: el primero fue diputado -además, desempeñó roles en los gobiernos provincial y nacional- y el segundo, convencional constituyente en 2006.

En estos comicios intervienen políticos curtidos en las batallas electorales, que desempeñan responsabilidades institucionales casi desde la restauración de la democracia. Los de mayor experiencia son Jaldo y Ruiz Olivares, que encabezan respectivamente las categorías de diputado y de senador en la misma boleta de la interna del Frente de Todos (Alfaro y Bussi también acumulan un número relevante de comicios y antecedentes como funcionarios). Ruiz Olivares ganó sus primeras elecciones en 1983 (Intendencia de Monteros) mientras que Jaldo lo hizo en 1987 (Intendencia de Trancas): desde entonces no cesaron de ocupar puestos en el Estado. El vicegobernador se impuso en al menos 12 elecciones, claro que en un número significativo de oportunidades no asumió los cargos para los que había pedido el voto. El hecho de que haya varios precandidatos con posiciones ejecutivas destacadas anticipa que Jaldo no sería el único testimonial de este turno.

Cuatro con 55

Los abogados son mayoría. Disponen de este título Campero, Beti, Bussi, Florencia Guerra (Frente Amplio por Tucumán) y Pecci. Esta última también consiguió el diploma de escribana mientras que Guerra sería la única litigante del conjunto.

¿Cuáles son los perfiles más originales del menú de precandidatos en primer término? En el plano académico se destacan Fabiola Orquera (Frente Grande) y Chahla, las dos con título de doctorado. Erika Fabiola Moya (Acuerdo Federal) es la única que se define a sí misma como ama de casa mientras que Blanco ya no trabaja: se jubiló después de pasar por múltiples oficios y empleos. Alejandra Arreguez (“Unidad de la Izquierda”) estudia la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Tucumán.

Hay, además, tres contadores (Vitar, Jaldo y Elías); dos médicos (Chahla y Yedlin); un economista (Martín Correa Tejerizo -”Unidad de la Izquierda”-); un ingeniero agrónomo (Sánchez); un odontólogo (Cano); una licenciada en Artes (Margarita Raquel Grassino -Política Obrera-) y una investigadora del Conicet (Orquera). Tres candidatos son docentes (Grassino; Carlos Roque Giménez -Acuerdo Federal- y Clarisa “Lita” Alberstein -”Revolución de Izquierda”-) mientras que uno es agente del Ministerio Público Fiscal de la Nación (Claudio Alejandro Burgos -”Revolución de Izquierda”-).

Sólo nueve mujeres encabezan boletas y ninguna de ellas para la Cámara Alta. Tres boletas exhiben un liderazgo absolutamente masculino: la del vicegobernador Jaldo y su reemplazante en la Legislatura, Ruiz Olivares; la de los intendentes Sánchez y Campero, y la del jefe municipal Alfaro y Beti.

Entre todos los cabezas de lista suman 1.255 años de edad. Con 29, la más joven es Moya. Muy cerca de ella está Guerra (30 años). El hombre más joven es Campero (38). En el otro extremo de la tabla de edad se encuentran dos veteranos del cuarto oscuro: Ruiz Olivares, que tiene 73 años, y Blanco, que se presenta con 70. La edad promedio (52) sugiere que aún poseen una presencia intensa los precandidatos nacidos en las décadas de 1960 y 1970. Llama la atención una coincidencia: cuatro de los 24 postulantes, Sánchez, Chahla, Yedlin y Masso, tienen 55 años.

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