La debacle K le pone el moño a la gran elección de Manzur

Tucumán es el mayor distrito donde triunfó el oficialismo nacional. Y es una de las dos provincias donde conseguiría dos senadores.

EL EQUIPO DEL SANITARISTA. Manzur habla en compañía del diputado Pablo Yedlin y de la ministra de Salud Rossana Chahla.  EL EQUIPO DEL SANITARISTA. Manzur habla en compañía del diputado Pablo Yedlin y de la ministra de Salud Rossana Chahla. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

“Son dos grandes impostores, realmente, el éxito y el fracaso”, sostuvo el imprescindible Jorge Luis Borges. Nadie triunfa tanto como cree ni pierde tanto como supone, habría de agregar.

Esa aserción es el filtro que tamiza el resultado de las PASO en el oficialismo tucumano. El gobernador Juan Manzur ganó la interna y el vicegobernador Osvaldo Jaldo la perdió. Pero ni el uno tanto, ni el otro tampoco.

El mandatario provincial celebró anoche una gran elección. En numerosos aspectos.

Respecto de su predicamento en el oficialismo nacional, el tucumano acaba de revalidar todos sus títulos. En este preludio de los comicios de medio término, el cuarto gobierno kirchnerista sacó menos votos que Juntos por el Cambio en 17 distritos. Y eso incluye resultados adversos en Provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, en Mendoza y en Entre Ríos; y verdaderas “palizas” en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Córdoba, donde los “amarillos” prácticamente duplican al Frente de Todos.

En ese contexto de ruina electoral del Gobierno nacional, Tucumán es el mayor distrito donde el kirchnerismo se fue a dormir con un festejo. La debacle K a nivel federal le pone el moño a la gran elección manzurista.

De manera concurrente, en las ocho provincias donde se renuevan senadores, la gestión de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner ha cosechado resultados adversos en seis: Santa Fe, Córdoba, Mendoza, La Pampa, Corrientes y Chubut. Las urnas sólo arrojaron buenas noticias para el oficialismo nacional en Catamarca y, otra vez, en Tucumán.

Puertas adentro

La muy buena performance electoral del manzurismo no sólo se proyecta hacia afuera. Justamente, si él puede capitalizar federalmente los resultados del Frente de Todos en la provincia se debe a que ratificó su papel de conductor del PJ vernáculo.

El triunfo manzurista en la interna ha sido inapelable. Su lista, “Lealtad Peronista”, le sacó más de 100.000 votos de ventaja a “Todos por Tucumán”, la nómina jaldista. No es una cifra menor: el jaldismo sólo sentará un representante en la lista de titulares: el segundo término. Como el frente de todos acordó distribuir sus bancas por sistema proporcional (D’Hondt), “Lealtad Peronista” ubicará en el primer término a la ministra de Salud, Rossana Chahla; en el tercer puesto a la intendenta de Aguilares, Elia Hernández de Mansilla; y en cuarto término a Alejandro Melo (por una diferencia de un millar de votos le arrebata el escaño al jaldista Roque Tobías Álvarez).

En esa exitosa performance electoral, eso sí, hay dos “pero”. Dos “sin embargo” que le dan plena vigencia a la advertencia de Borges. El segundo término de la lista de diputados del oficialismo local es para Jaldo. Es decir, para el gran antagonista interno de Manzur. La campaña electoral hacia las generales de noviembre “es” con el vicegobernador.

Más aún: los 170.000 votos logrados por el presidente de la Legislatura lo convierten en un “activo” electoral del que el manzurismo no puede prescindir. Como señala Marcelo Aguaysol en página 3, Jaldo “pesa” tanto como todo el oficialismo de Catamarca.

El otro “pero” es el resultado en San Miguel de Tucumán. El anhelo de la Casa de Gobierno de “recuperar” la Capital va a seguir postergado. Con los 151.000 votos que sumó para Senadores, Juntos por el Cambio le sacó una ventaja de 14 puntos al Frente de Todos, que totalizó 105.000. Más de 45.000 votos de diferencia.

La del manzurismo, entonces, es una gran elección. El triunfo es vasto, tanto en la proyección nacional como en la consolidación interna. Manzur es, ya, el gran elector de 2023. Pero la victoria no es absoluta. El jaldismo, precisamente, perdió la interna, pero la derrota no fue terminal: el vice se metió de lleno en la lista y sus seguidores se animaron a cantar “Osvaldo Jaldo gobernador”. Pero el manzurismo le sacó muchos votos de diferencia.

En política, el triunfo y el fracaso se maquillan de impostores porque lo verdaderamente genuino es lo que decide el pueblo.

La lista definitiva del Frente de Todos

- La Ley 26.571, que crea las PASO, dice que en lo referido a la Cámara Alta, el que gana obtiene “lista completa”.

- Por lo tanto, la nómina de senadores del oficialismo para noviembre es la que postula a Pablo Yedlin y a Sandra Mendoza como titulares, y a Juan Manzur como suplente.

- En Diputados, el Frente de Todos aplica sistema D’Hondt.

- Con ese sistema proporcional, la lista de candidatos titulares a la Cámara Baja queda así: 1° Rossana Chala, 2° Osvaldo Jaldo, 3° Elia Fernández de Mansilla, 4° Alejandro Melo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios