El ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, se recupera satisfactoriamente luego de ser sometido a una cirugía cardíaca para colocarle un stent y se desconoce cuando será su regreso a prisión donde cumple una condena por delitos de lesa humanidad.
"Felizmente hasta ahora los informes médicos son positivos, sin embargo hay que resaltar que se encuentra en reposo absoluto en sala de cuidados intermedios y todavía está en periodo de riesgo, pero está de buen ánimo", informó Keiko Fujimori, hija del ex mandatario.
La dirigente visitó a su padre, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, en la clínica peruano japonesa Centenario, donde fue trasladado en las últimas horas bajo resguardo policial tras ser operado el lunes en el sanatorio El Golf.
"Entiendo que estará varios días en cuidados intermedios", agregó la excandidata presidencial, quien el lunes explicó que su padre había tenido "un preinfarto", por lo debió someterse a un cateterismo para colocarle un stent en una arteria con una obstrucción de 70%.
La salud del exgobernante, de 83 años, se deterioró el viernes pasado, cuando fue trasladado de urgencia a la clínica Centenario desde su cárcel en una base policial en el este de Lima, donde tiene condiciones privilegiadas con respecto al resto de los presos, con una celda de tres ambientes donde recibe numerosas visitas y asistencia médica permanente.
Por eso, un tribunal consideró que no hay posibilidad de hacinamiento ni de contagio y denegó en mayo de 2020 un recurso de la familia que pedía su excarcelación debido al supuesto riesgo de contraer coronavirus.
El ministro de Justicia, Aníbal Torres, reiteró ayer su predisposición a que Fujimori sea trasladado a una cárcel común, pero reconoció que eso no será posible por ahora, debido al estado de salud del reo.