El tenis está bajo fuego por el caso Djokovic

A esta altura de enero, desde hace muchos años, el mundo del tenis sólo hablaba del comienzo del primer Grand Slam del año en Australia. De las posibilidades de uno y otro participante, del desarrollo del torneo, incluso del calor. Pero está visto que en el mundo bajo pandemia, los paradigmas cambian. Este año, el certamen de Melbourne está bajo el influjo de una polémica que ya lleva semanas en escena y que tiene como protagonista al N°1 del ranking de la ATP: Novak Djokovic.

Vale recordar los sucesos previos. “Nole” entró a Australia sin el calendario de vacunación contra el coronavirus estipulado. Aunque recibió una exención médica de la organización, en Melbourne, las autoridades del país intentaron deportarlo, luego lo detuvieron en un hotel para migrantes e incluso fue parte de un juicio que le permitió seguir en territorio oceánico.

Es tan extremo el panorama que hasta las palabras que se estuvieron diciendo tienen un trasfondo similar. Retiro de visa, deportación, detención, amenaza a la salud, peligro público, potencial foco de disturbios sociales, fuego político cruzado, agresiones verbales entre colegas. Por estas horas, hay un proceso en curso que puede traer duras consecuencias para el tenista serbio. Por extensión, para el tenis y para el deporte mundial.

Tómese en cuenta un detalle: el torneo, en su cuadro principal, comienza oficialmente mañana. Pero los hechos alrededor de “Nole” lo han dejado en un segundo plano. Al cierre de esta edición, incluso, se informó que el tenista estaba detenido, pero que no era una detención al uso. El serbio la pactó con las autoridades para declarar antes de la vista judicial. Luego iba a ser trasladado a un lugar para preparar la defensa con su equipo legal y, posteriormente, esperar la decisión sobre qué ordenará la Justicia australiana. A primera hora del viernes, se supo que le había cancelado la visa por segunda vez. Esta historia de tenis, sin tenis, continuará...