El Museo Sanmartiniano de Tucumán celebra hoy -como todos los años- un nuevo aniversario del nacimiento del Libertador. Pero las condiciones del edificio ubicado en La Ramada de Abajo distan de ser las mejores y así lo comprueban quienes lo visitan. La casona exhibe fallas estructurales de arrastre, que se suman a las falencias en materia de cartelería y del parquizado del predio, que no siempre luce con el césped prolijo para recibir a los turistas.
El Museo, inaugurado el 16 de marzo de 2010 y ubicado sobre la ruta 317 (en Burruyacu), fue declarado Lugar Histórico y Patrimonio Cultural de la provincia. Justamente es el Ente Cultural el encargado de su preservación y el que debe dar las explicaciones por este deterioro que se evidencia en las instalaciones.
En ese sentido, la directora de Patrimonio, Mercedes Aguirre, informó que a mediados de marzo se pondrán en marcha obras de reacondicionamiento y remodelación. Detalla que cambiarán toda la cubierta del techo y el sistema de electricidad. “Ya tenemos los fondos, son 3,7 millones de pesos para la primera etapa. Esto se incluye dentro de un marco de puesta en valor de distintos museos de la provincia”, señaló.
Para no cerrar completamente el museo, las obras se irán concretando en tres etapas: la primera será de la nave central, es decir de todas las salas, tanto la principal como las laterales, junto con las galerías de frente y contrafrente. La segunda etapa le corresponde al ala derecha, donde antiguamente se ubicaba la cocina de la casona. Y en la tercera se abarcará exteriores: arreglos en el arbolado y cercado del predio.
Aguirre afirmó que el proyecto está enteramente financiado por el presupuesto del Ente Cultural y que por el momento no gestionaron fondos con otras instituciones, aunque en un futuro cercano se plantean acudir al Ministerio de Cultura de la Nación. Recordó que durante la pandemia el museo tuvo que cerrar, y que mientras tanto sufrió todo tipo de vandalizaciones: robo de carteles, rotura de ventanas, hurto de lámparas y elementos sanitarios; incluso la quema de pasto causada por fogatas en el predio.
Alfredo Bursaque, encargado del museo, explica que desde la inauguración no se realizaron obras de remodelación, por lo que en la actualidad la estructura exhibe desperfectos. “Cuando se construyó el museo no se hicieron los trabajos adecuados, entonces ahora tenemos estas deficiencias -consignó-. Al ser tan antigua la casa, el problema son los caños de bajada que van por el interior de las paredes, están rotos. Cuando llueve mucho se rebalsan y toda la humedad penetra desde el techo”.
Uno de los atractivos del museo es el legendario algarrobo a cuya sombra, según la tradición, José de San Martín fue delineando su “plan continental”. Estaba sin identificación dentro del predio, hasta que esta semana se colocó un nuevo cartel que lo destaca.
Preservar el algarrobo es imprescindible y por eso se aplicaron distintos procedimientos, como plantar árboles alrededor para protegerlo, retirar la parte afectada por hongos y administrar métodos de curación. “Lo misterioso es que a pesar de los años el algarrobo sigue dando frutos. Lo que nosotros hicimos fue sembrar retoños del árbol en otras partes del terreno”, comentó Bursaque.
El acto en homenaje al Libertador comenzará hoy a las 9 con alrededor de 120 invitados, entre ellos abanderados de las escuelas y sus escoltas, alumnos de los talleres que se dictan en el museo, autoridades del Ente de Cultura y vecinos de la comuna.
(Producción periodística: Graciela Di Vico)