Un aglutinamiento excesivo de niños y padres que esperaban indignados para ingresar al edificio escolar se constituyó en el hecho más llamativo que se presentó ayer a la mañana en la escuela Uladislao Frías, de Concepción. Esto en el inicio del ciclo lectivo 2022 que, al bajar el número de casos de covid-19, tuvo asistencia normal de alumnos, pero bajo riguroso protocolo. La contracara de los protocolos se dio en esa escuela. “No, no pueden ingresar porque aún no llegó la señora directora. Hay que retirar de la dirección el termómetro y el alcohol y ella tiene la llave”, repetía a los gritos una docente que intentaba calmar a los ansiosos papás que llegaron a acompañar a sus hijos. Eran las 8.05. Supuestamente a esa hora ya se tenía que estar realizando la ceremonia de apertura de las clases.
La Uladislao Frías es el establecimiento educativo más importante de esa ciudad y está ubicado a una cuadra de la Plaza Mitre. Asisten más de 2.000 niños. “Hay quienes tienen que ir a trabajar y otros a cumplir otras obligaciones. Yo estoy esperando para entrar a la escuela con mi hijo desde las 7.30 ya que supuestamente el ingreso es a las 7.45. Pero esto de que nos hacen esperar como animales afuera, amontonados y a veces en medio de la lluvia, no es la primera vez”, dijo indignado Orlando Silva, padre de un estudiante. “Esto es una vergüenza. Las otras escuelas habilitaron el acceso media hora antes para evitar el congestionamiento ya que es obligación tomar la temperatura y rociar las manos con alcohol”, planteó Andrea Díaz. La tensión obligó a las docentes a habilitar el ingreso de chicos y algunos padres sin protocolo sanitario. Nadie explicó qué pasó con la directora.
Ansiedad y felicidad
Pero en general, el comienzo de clases se concretó en medio de un clima de ansiedad y mucha felicidad en los niños. Claro que el barbijo obligatorio les tapó la sonrisa. “Quiero volver a ver a mis compañeros, poder jugar en el patio y aprender en un aula. Fue muy triste lo que vivimos en dos años de pandemia. Fue de encierro y miedo”, dijo Maira Gramajo, estudiante del cuarto grado de la escuela Pablo Haimes. En este establecimiento educativo solo los padres del abanderado y escoltas, y de los alumnos del primer grado, podían ingresar para acompañar a sus hijos. Así fue en casi todas las escuelas, incluso privadas. Allí el ingreso fue paulatino y ordenado. En todo momento se evitó el amontonamiento.
“Es un día especial. Los chicos vuelven a la escuela como antes de la pandemia. Ellos sufrieron mucho los dos años de este mal. Además en casa enfermamos y el encierro lo padecimos mucho más. Hay que seguir cuidándose”, comentó Lucía Herrera, abuela de una alumna. “Hemos tomado todas las previsiones en el ingreso y en el del interior del establecimiento. Somos conscientes que la pandemia no pasó aún y hay que seguir respetando las medidas sanitarias”, dijo la docente Marcela De Moreno, directora de la escuela Pablo Haimes.
“A los chicos se los nota muy felices y ansiosos por este regreso a las aulas. Para todos es una jornada que nos llena de esperanza. Después de tanto tiempo de oscuridad volvió la luz”, añadió.
En la Escuela Municipal “Octavio Muedra Tasquer” el acto de inicio del ciclo lectivo 2022 contó con la presencia del intendente Alejandro Molinuevo, quien adelantó la posibilidad de que en ese local educativo se incorporen el nivel secundario y algunas tecnicaturas.
Trabajo municipal
El intendente habló sobre las obras que se desarrollaron antes del inicio de clases
El intendente de Concepción Alejandro Molinuevo aseguró que los 25 establecimientos educativos de “La Perla del Sur” “están en buenas condiciones”. Dijo que en los días previos al comienzo de las clases personal municipal trabajó en su acondicionamiento. “Sabíamos que iba a ser un día especial, de reencuentro de padres y niños. De ahí que le dimos la importancia que se merece. Así hemos colaborado con varias instituciones por pedido de las directoras. Se trabajó sin descanso en ese sentido para dar respuesta a los reclamos”, sostuvo el funcionario.