04 Marzo 2022
La estremecedora noticia del abuso sexual y violación en grupo entre seis varones a una joven de 20 años, a plena luz del día y en una zona privilegiada de la Capital Federal, ha generado una lógica y unánime reacción de condena social en el país. El reciente hecho empuja a repensar las prácticas machistas, que aunque no siempre se cristalicen en un delito como el cometido (y sobre el que la Justicia deberá determinar prontamente la responsabilidad puntual de cada detenido), han campeado en la Argentina con distintas manifestaciones.
Según el relevamiento del Observatorio Lucía Pérez en el país, durante 2021 se denunciaron 5.703 violaciones y 323 femicidios. Se sabe que la primera cifra es inferior que la cantidad que realmente se consumó, producto de la falta de formalización de acusaciones, producto de la invisibilidad de un delito que muchas veces se concreta en el ámbito intrafamiliar.
En el debate público que sucedió en internet a poco de conocerse el hecho, se instaló la idea de suprimir el concepto de “violación en manada”. De esta forma, se evita asimilar a los atacantes con animales sin conciencia, vinculación social ni conocimiento de normas.
Bestializar al agresor, en este caso y según quienes lanzaron esta campaña, implicaría indirectamente exculparlos de toda acción. Recalificarlos como varones, en cambio, los hace portadores del libre albedrío en la toma de decisiones (como la de cometer o no un delito) y, en ese caso, plenamente responsables de sus consecuencias penales.
En las últimas horas, también se han sucedido voces reconocidas y respetadas para tratar de dar luz sobre lo que está pasando como sociedad. Una de ellas es la de la socióloga feminista Dora Barrancos, quien advirtió que “la intolerancia social está creciendo en materia de violencia contra las mujeres” y destacó positivamente la reacción de los vecinos que, al ver lo que estaba pasando, intervinieron directamente hasta la llegada de la Policía. “Es una reacción muy positiva y esperanzadora”, subrayó.
“Hay que sacar cualquier estructura mitológica de que eso (el ataque sexual) solo ocurre en lugares periféricos, en grupos culturales muy desarraigados. Esto puede ocurrir en cualquier lugar de nuestra sociedad”, alertó la experta.
A su vez, agrupaciones de varones impulsan en la Capital Federal charlas para repensar las masculinidades y visibilizar los llamados “micromachismos” (que incluyen los chistes que degradan a la mujer) desde las organizaciones Privilegiados, el colectivo Antipatriarcal y la Red de Equipos de Trabajo y Estudio en Masculinidades, activas en las redes sociales y orientadas principalmente hacia jóvenes y adolescentes para generar cambios sustanciales a futuro.
El caso, seguramente, tendrá una repercusión especial el próximo martes, cuando en todo el país se desarrollen marchas, movilizaciones y acciones por el Día Internacional de la Mujer, una fecha conmemorativa surgida de una tragedia en Estados Unidos, que excede a cualquier identidad de género y debe comprometer a todos por igual en la lucha por una sociedad más equitativa. Para alcanzarla, el primer paso es la modificación de los comportamientos individuales.
Actuar ante un delito flagrante contra otra persona y evitar que se siga consumando, como ocurrió en el hecho del lunes, es un buen camino en vez del habitual de mirar para otro lado
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