Las tropas rusas atacan en las afueras de Kiev y Moscú lanza una severa advertencia a Occidente

Un llamado de Macron no logró persuadir a Putin. La postura del Kremlin ante el envío de armas a Ucrania por parte de Occidente.

BOMBARDEOS EN LAS AFUERAS DE KIEV. La capital de Ucrania es uno de los objetivos centrales de las tropas rusas. Foto de Reuters BOMBARDEOS EN LAS AFUERAS DE KIEV. La capital de Ucrania es uno de los objetivos centrales de las tropas rusas. Foto de Reuters
12 Marzo 2022

A 17 días del inicio de la invasión a Ucrania, las tropas de Rusia retomaron la avanzada sobre Kiev. Este sábado, funcionarios ucranianos confirmaron que hubo bombardeos y amenazas de ataques aéreos de parte de las fuerzas desplegadas por orden de Vladimir Putin, y advirtieron que dichas acciones están poniendo en peligro los intentos de evacuación de miles de civiles.

En paralelo, autoridades de Moscú emitieron un duro mensaje a las potencias de Occidente, relacionadas con el envío de armas para colaborar con la defensa de Ucrania.

El gobernador de la región de Kyiv, Oleksiy Kuleba, dijo que los combates y las amenazas de ataques aéreos rusos continuaban, aunque luego aclaró que se estaban realizando algunas evacuaciones.

"Intentaremos sacar a la gente todos los días, siempre que sea posible observar un alto el fuego", dijo.

Hoy, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky aseveró que Rusia había enviado nuevas tropas, después de que las fuerzas de su país pusieran fuera de combate una treintena de grupos tácticos de batallón, en lo que calificó como las mayores pérdidas del ejército ruso en décadas.

Según Zelensky, entre 500 y 600 soldados rusos se habían rendido solo el viernes, y unos 1.300 soldados ucranianos habían muerto desde que comenzó el conflicto, consignó la agencia Reuters.

El presidente de Ucrania, además, comentó que había dialogado con el canciller alemán Olaf Scholz y con su homólogo francés Emmanuel Macron sobre la estrategia de presionar a Rusia para que liberara al alcalde de la ciudad de Melitopol, Ivan Fedorov, quien -según la versión de Ucrania- fue secuestrado el viernes por las fuerzas rusas.

En una llamada telefónica que se extendió por más de una hora y cuarto, Scholz y Macron instaron a Putin a declarar un alto el fuego inmediato.

El Kremlin, en tanto, comunicó que Putin les informó sobre el estado de las negociaciones y respondió a sus preocupaciones sobre la situación humanitaria.

Moscú, además, advirtió a las potencias de Occidente que no descartan atacar los envíos de armas. En ese sentido, calificó como "un acto peligroso" este tipo de colaboración militar.

"Hemos advertido a Estados Unidos de que la entrega de armas que están orquestando desde una serie de países no sólo es un acto peligroso, sino que convierte a estos convoyes en objetivos legítimos", indicó el viceprimer ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Ryabkov en una entrevista con el canal de televisión Pervy Kanal.

En el Kremlin remarcaron que se trataría de "pasos imprudentes", por lo que desaconsejaron cualquier tipo de asistencia de carácter bélico con Ucrania.

Ryabkov, además, sostuvo que Rusia está dispuesta a trabajar con EEUU en materia de seguridad, aunque remarcó que eso "depende de Washington". Y enfatizó que no habrá "concesiones unilaterales para Estados Unidos" en materia de estabilidad estratégica por parte del gobierno ruso.

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