17 Junio 2022
“GRAND JETÉ”. Nicolai Gorodiskii bailará hoy el rol central de “Giselle”..
“El 24 de febrero, cuando empezó la guerra en Ucrania, ellos ya estaban en gira en Europa interpretando El lago de los cisnes (obra con música de Piotr Ilich Tchaikovsky). Pero tuvieron que cambiar la obra de acuerdo con la política de Estado y porque ‘emocionalmente es imposible bailar música rusa cuando los rusos nos están matando’, según declaró en su momento Alexander Stoyanov, el director artístico del Ballet Nacional de Ucrania”.
Zhanna Chuchman le cuenta a LA GACETA el motivo de que esta noche, a las 21, suba a escena del teatro Mercedes Sosa (San Martín 479) el ballet Giselle (ver “La obra”).
La periodista ucraniana informa que una parte de las ganancias de la gira, que ya tocó Polonia, Francia, Noruega y Chile, y continúa por Paraguay y Puerto Rico, se destinará a ayudar a Ucrania.
Chuchman aclara que pese al nombre “Nacional” el ballet ucraniano “no viene de parte del Estado. Es un emprendimiento privado bajo la dirección de Stoyanov, primera figura de la Ópera de Kiev, en un tipo de proyecto que hacen muchas compañías en el mundo”.
El elenco de 35 bailarines cuenta con artistas de alto nivel, en su mayoría de la Escuela Coreográfica Estatal de Kiev. Son solistas Stoyanov y su esposa Kateryna Kukhar (prima ballerina en el Teatro Académico Nacional de Ópera y Ballet de Ucrania).
Además de ellos, en la compañía hay otra pareja de solistas, Nicolai Gorodiskii y Anastasia Gurska, y al cierre de esta edición Chuchman confirma que ambos bailarán esta noche los roles centrales. Gorodiskii es ucraniano nacionalizado argentino: vivió muchos años en el país y tiene una brillante carrera en el Teatro Colón.
La puesta de “Giselle” da la posibilidad de disfrutar de la técnica, de los deslumbrantes vestuarios y del arte que produce la compañía líder en ballet mundial.
Ayuda entre bailarines
“Los miembros del ballet ya estaban fronteras afuera empezó la invasión rusa. De hecho los hijos de Stoyanov y Kukhar tuvieron que escapar, y fueron ayudados para poder encontrarse con sus padres -relata Chuchman-. Y unos días antes de que empezó la guerra Kukhar estuvo en un concurso en Europa, con un grupo de chicos. El problema es que esos estudiantes de ballet están cada uno donde puede estar a salvo, y los demás bailarines ayudan juntando dinero para enviarles para que puedan pagar sus cursos, en una carrera que no puede tener descanso”.
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