DEVASTACION. Incendio forestal en la provincia canadiense de Saskatchewan. UNPSPLASH/LANDON PARENTAU/NEWS ONU
Un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) destaca la distancia que hay entre las aspiraciones y la realidad climática. Y advierte que, de no adoptarse medidas más ambiciosas, las consecuencias físicas y socieconómicas del calentamiento global serán cada vez más devastadoras.
En concreto, el estudio titulado Unidos en la Ciencia plantea que las concentraciones de gases de efecto invernadero continúan creciendo. Y han alcanzado nuevos máximos. "El descenso temporal de las mediciones de combustibles fósiles que se produjo durante los confinamientos de 2020 fue un espejismo. Actualmente, se superan los niveles previos a la pandemia de coronavirus", se lee en un texto de Naciones Unidas (ONU) dado a conocer anteayer, cuando se presentó la investigación de la OMM.
También se indica que la ambición necesaria para alcanzar los compromisos de reducción de emisiones para 2030 debe ser siete veces mayor a lo que se ha señalado hasta ahora, si es que se quiere cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5° fijado en el Acuerdo de París, en 2015. De hecho, los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia y la probabilidad de que la temperatura media anual sea temporalmente 1.5° más alta que el promedio correspondiente al período 1850-1900 es de un 48 %.
En tanto que las ciudades, que acogen a miles de millones de personas y causan hasta el 70 % de las emisiones, se enfrentarán a repercusiones bestiales. "Las poblaciones más vulnerables serán las que más sufran", sentencia el informe, que cita fenómenos meteorológicos extremos ocurridos este año.
"Las olas de calor en Europa, las inundaciones en Pakistán y las sequías prolongadas en China, el Cuerno de África y Estados Unidos no tienen nada de natural. Representan el precio que hay que pagar por la adicción de la humanidad a los combustibles fósiles", se le oyó decir durante la conferencia a António Guterres, el político, ingeniero físico y profesor de portugués que actualmente ostenta el cargo de secretario general de la ONU.
Incluso, ha expresado que los impactos que genera el cambio climático se están adentrando en un territorio desconocido de destrucción. A su turno, el profesor Petteri Taalas, titular de la OMM, hizo hincapié en la importancia de intensificar la utilización de sistemas de alerta temprana para fomentar la resiliencia de las comunidades.
En estos momentos, el calentamiento está en unos 1,1° y el objetivo firmado en París es que el incremento se quede este siglo por debajo de los 2°. El año más caluroso registrado desde 1850 fue 2016, cuando se superaron los 1,2°. Los responsables del calentamiento presente y del que afrontarán nuestros hijos y nietos son los gases de efecto invernadero, que permanecen en la atmósfera durante décadas o siglos. El dióxido de carbono, por ejemplo, resiste cientos de años; el metano se degrada en un par de décadas.
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, el panel internacional de científicos climáticos que trabajan bajo el paraguas de la Organización de las Naciones Unidas) pronostica que la barrera de los 1,5° se superará de forma estable en la década de los años cuarenta de este siglo, debido a los gases que ya se han emitido. El escenario que algunos investigadores consideran óptimo es que se sobrepase temporalmente la marca de 1,5° para luego bajar un 75 % hasta 2050.
Si bien siempre ha habido desastres relacionados con los fenómenos meteorológicos, a medida que aumenta la temperatura se vuelven más frecuentes e intensos. El clima empeora los desafíos ya existentes. A continuación, LA GACETA sintetiza las conclusiones destacadas del informe:
1, Los niveles de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) presentes en la atmósfera siguen aumentando. La reducción temporal de las emisiones de CO2 observada en 2020, durante la pandemia, tuvo escasa incidencia.
2, En 2021, las emisiones mundiales de CO2 de origen fósil volvieron a alcanzar los niveles previos a la pandemia de 2019, tras descender un 5,4 % en 2020 como resultado de los confinamientos generalizados. Los datos preliminares muestran que las emisiones mundiales de CO2 en 2022 (de enero a mayo) superan en un 1,2% los niveles registrados durante el mismo periodo en 2019. Estados Unidos, India y la ciertos países europeos son los mayores contaminantes.
3, Una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero se atribuye a los cambios en el uso de la tierra (despeje para la agricultura y el pastoreo).
4, Alrededor del 90% del calor acumulado en el sistema de la Tierra se encuentra almacenado en el océano; el contenido de calor oceánico correspondiente al período 2018-2022 fue más elevado que el de cualquier otro quinquenio.
5, Se prevé que en cada uno de los años comprendidos entre 2022 y 2026, la temperatura media anual global cerca de la superficie supere la de los niveles preindustriales (1850-1900). Y que ese aumento oscile entre 1,1 °C y 1,7 °C.
6, Las ciudades, que albergan el 55 % de la población mundial (cuatro millones de personas), generan hasta el 70 % de las emisiones causadas por el hombre, al tiempo que son muy vulnerables a los efectos del cambio climático,.
7, En la década de 2050, más de 1.600 millones de personas de más de 970 ciudades de todo el mundo estarán expuestas regularmente a temperaturas medias de períodos de tres meses que alcanzarán como mínimo los 35°C.
8, Es muy probable que las ciudades y asentamientos costeros de baja altitud, como Bangkok (Tailandia), Houston (Estados Unidos) y Venecia (Italia) sufran inundaciones costeras más frecuentes y extensas debido al aumento del nivel del mar y a las mareas meteorológicas.
9, La cantidad de desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua se ha multiplicado por cinco en los últimos 50 años.
10, Dado que entre 3300 y 3600 millones de personas viven en contextos muy vulnerables al cambio climático, es más importante que nunca que la comunidad internacional adopte medidas ambiciosas no sólo para mitigar las emisiones, sino también para fomentar la adaptación.
11, Los sistemas de alerta temprana son un medio de adaptación eficaz y rentable que permite salvar vidas y reducir las pérdidas y los daños. Sin embargo, menos de la mitad de los países del mundo han informado de la existencia de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples.
El informe citado en este artículo recoge los aportes de la OMM (así como de su Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global y su Programa Mundial de Investigación Meteorológica); el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR); el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas; el Proyecto Carbono Global; la Oficina Meteorológica del Reino Unido y la Red de Investigación sobre el Cambio Climático Urbano. Incluye las conclusiones pertinentes del Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.






















