Alma, de cinco años, llegó a la cita prolijamente peinada y vestida con un pintorcito azul. Eligió un libro y se sentó sobre un almohadón, en el piso, a escuchar cómo su mamá, Emilse Sánchez, le contaba una historia que parecía de terror, pero (por suerte) tenía un final feliz.
A pocos metros, Kevin -menudito, ojos vivaces- también estaba muy concentrado oyendo a su mamá, Ana Corpus, quien leía un cuento para él y sus compañeritos del jardín.
Las madres no salían de su asombro. En tiempos de pantallas y videojuegos, no imaginaron nunca que sus pequeños iban a disfrutar tanto la lectura de un libro. “Yo no tuve la oportunidad; nadie me inculcó el hábito de leer. Pero ahora que veo a mis hijos, cómo les despierta la creatividad y la imaginación, quiero esto para ellos toda la vida”, confiesa Emilse.
El salón principal de la escuela infantil Niñez Tucumana, en Alderetes, fue uno de los más de 300 escenarios donde los alumnos de la provincia se reunieron para compartir historias y celebrar la lectura, en el marco de la 20° Maratón Nacional de Lectura, organizada por la Fundación Leer.
La estrategia de la seño de jardín de 5, Narela Miguez, para entusiasmar a 28 niños fue fusionar la lectura clásica con otras actividades; por ejemplo, representación teatral, dibujos, poesías, adivinanzas y trabalenguas.
La directora de la escuela infantil, Norma Monteros, contó que a principio de año notaron un nuevo fenómeno en el período de adaptación de los niños: muchos de ellos no querían quedarse en las salitas de jardín si sus mamás no les prestaban el celular. “Por eso, cuando llegó la propuesta del Ministerio de Educación para sumarnos a la maratón de lectura, utilizando una aplicación de la Fundación Leer, pensamos que podía ser una buena forma de que los chicos aprendan que el celular no solo es para jueguitos, sino que también puede servir para leer cuentos en estos dispositivos”, resalta.
“Además, después de dos años de pandemia, estamos en un momento crítico, en el cual la lectura es clave para los chicos”, añade Miguez.
En el jardincito hubo niños que, desde que comenzó el proyecto, leyeron más de 30 libros a través de la aplicación. Fue el caso de Kiara. “Un día estaba lloviendo y nos acordamos de la app que nos habían informado de la escuela. Empezamos a leer los cuentos y no paramos más. Todos los días nos pedía una nueva historia. Vivimos una experiencia hermosa, a la cual se sumó hasta el abuelo”, detalla la mamá, Paola Sosa.
Superpoderes
El proyecto en la salita de 5 años, según comentó Miguez, se llama “Superpoderes lectores”. Les costó mucho llevarlo adelante porque en la escuela no hay internet y porque en muchas casas donde viven los alumnos tampoco hay acceso a la web. De todas formas, se las ingeniaron para que las familias les pudieran leer a los pequeños los libros que proponía a través de la plataforma la Fundación Leer.
“Gracias a la lectura, la vida de estos chicos se transformó. Los libros les despiertan ideas, creatividad. Leer te empodera”, reflexiona la maestra jardinera. En su salita, trató de inspirar a los chicos con la historia de vida del escritor español Jordi Sierra, quien tuvo una dura infancia, y a pesar de eso pudo hacer realidad el sueño de ser escritor.
En clases, los chicos escucharon historias que les fascinaron; entre ellas “El increíble niño comelibros” (Oliver Jeffers) y “Había una vez un libro” (Adela Basch). También se deleitaron con los clásicos de siempre, como “Caperucita Roja”.
Cuando Miguez entrevistó a sus alumnos se llevó una gran sorpresa. “¿Qué significa leer para ustedes?”. “Ser más inteligentes y tener poderes”, le contestaron. “¿Cuáles son esos poderes que te da la lectura”, consultó. “Ayuda a la memoria, a soñar, a imaginar, a ser más creativos”, respondieron. “¿Qué le dirían a alguien que no lee?”, preguntó la seño. “Que lea mucho porque es hermoso”, contestó uno de los jardineros.
La maratón
En el caso de esta escuela de Alderetes, la maratón que se hizo ayer a la siesta incluyó una lectura de cuentos por tiempo y juegos. Se dividieron en grupos y las mamás relataron las historias que eligieron los chicos entre varios libros que estaban exhibidos en un mueble. Los que leyeron más textos en menos tiempo se llevaron una medalla. Luego, los pequeños interpretaron la poesía “Escuela de Ratones”, de María Elena Walsh. Finalmente, tuvieron que elegir entre dos historias, “El gato con botas” y “Pinocho”, y relatar un cuento distinto (con ayuda de las madres) en base a algunas imágenes que mostraban escenas de esos dos relatos tradicionales.
Para las docentes, el deseo es que el entusiasmo por la maratón siga vivo y se instale para siempre en las aulas. Ayer, en el marco de la 20° Maratón Nacional de Lectura, participaron entre 320 escuelas y colegios tucumanos (tanto del Interior como Capital). El lema fue “Leer te empodera. Palabras, futuro e imaginación”.
Una forma de continuar con el envión de lectura es la plataforma Conectadosporlalectura, donde se puede acceder a unos 200 libros para compartir de manera gratuita en casa y en las escuelas. Los textos se podrán leer hasta el 6 de octubre.
La maratón es un evento educativo para que los niños de todo el país puedan disfrutar de la lectura por puro placer, aclararon los organizadores. Además de leer, tienen la posibilidad de acceder a juegos, a trivias, y recibir recompensas a medida que avancen en la lectura.