Lula recibió a Alberto y ya teje alianzas en el exterior

Visitará Argentina antes de asumir, en un relanzamiento de las relaciones bilaterales que habían quedado tensas durante la presidencia de Bolsonaro. Se empieza a armar el gabinete

PRESENCIA. Fernández se subió a un avión para ir a saludar a su amigo y aliado político apenas se conocieron los resultados de los comicios. PRESENCIA. Fernández se subió a un avión para ir a saludar a su amigo y aliado político apenas se conocieron los resultados de los comicios. AFP
01 Noviembre 2022

SAN PABLO, Brasil.- El Partido de los Trabajadores comenzará a armar el equipo de transición, apenas el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva defina al coordinador del equipo que preparará la formación del nuevo Gobierno, anunció la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann. Entre los nombres que podrían indicarse están los del vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, el coordinador del programa de Gobierno, Aloizio Mercadante, y de la propia Hoffmann.

Mientras tanto, Lula tiende puentes y recibe el saludo casi unánime de la comunidad internacional, un eco de su promesa en su discurso de victoria, cuando dijo que Brasil “ya no será un paria” en el plano internacional.

El primer país que visitará, aún antes de asumir, será Argentina, según confirmó el presidente Alberto Fernández.

“Me dio la enorme alegría de contarme que la primera visita que va a hacer va a ser a Argentina, me dijo también que nos iba a visitar antes de asumir. Él sabe que Argentina es su casa, allí todos lo queremos y respetamos mucho”, dijo Fernández en su cuenta de Twitter.

El mandatario argentino viajó a San Pablo para reunirse con el presidente electo de Brasil, con quien tiene una relación personal, como demostró cuando fue a visitarlo mientras Lula estaba en la cárcel de Curitiba, donde estuvo preso por 19 meses, con condenas que luego fueron anuladas por el Tribunal Supremo.

“Tenemos la posibilidad de revitalizar el Mercosur”, fue una de las optimistas declaraciones de Fernández. En la agenda del encuentro también hablaron de la crisis energética. “Hablé con Lula sobre la posibilidad de que en un futuro Vaca Muerta pueda abastecer de gas al sur de Brasil. Se mostró interesado”, agregó.

Lula da Silva recibió un fuerte respaldo internacional. Su victoria fue reconocida de inmediato por los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia y Rusia.

Entre los primeros llamados y congratulaciones que recibió Lula estuvieron los de los mandatarios estadounidense, Joe Biden, y francés, Emmanuel Macron. Horas antes, también los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Canadá, Justin Trudeau, entre otros, habían saludado con alegría el triunfo del ex líder sindical y dos veces presidente sobre el actual mandatario, Jair Bolsonaro, considerado por muchos como un riesgo para la estabilidad política de la región. De hecho, durante toda la jornada de ayer persistió el temor de que el líder derechista no reconociera la derrota y de que quisiera impugnar el resultado.

Durante su discurso de victoria, Lula manifestó su preocupación por el traspaso de poder: “Necesito saber si el presidente que derrotamos va a permitir una transición para que tengamos información de las cosas”.

Solo algunos de sus aliados parlamentarios admitieron la derrota en redes sociales, donde el bolsonarismo suele ser muy activo. Camioneros y otros manifestantes bloquearon rutas en 16 de los 26 estados del país y el distrito federal, en rechazo al triunfo del PT. La policía intervino para liberar algunos pasos, pero la tensión persistía.

Lula reconoció en su discurso de victoria que gobernará en una situación muy difícil y enfatizó la necesidad de restablecer la unidad de los brasileños.

La transición implica desafíos, dijo Paulo Calmon, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Brasilia. “Debe cuidarse de cualquier desafío que Bolsonaro y sus aliados puedan crear, como (Donald) Trump en Estados Unidos, para deslegitimar su victoria”, dijo Calmon.

La diferencia entre Lula y Bolsonaro fue de dos millones de votos, la victoria más ajustada de la historia de Brasil en una segunda vuelta, tras una campaña polarizada y tensa. (Reuters-AFP)

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