A sus 87 años participa de la vida corriendo por la montaña

Hace 15 años que Elisa Sampietro de Forti practica running. Le hizo frente a la altura de Tafí del Valle

LLEGADA. “Eli” llegó junto a Natalia Martínez, su acompañante en Tafí. LLEGADA. “Eli” llegó junto a Natalia Martínez, su acompañante en Tafí. Gentileza fotos de Eco Extremo / Elias Juarez - foto de Carmiña Baca Guerrero

“No lo digo por mandarme la parte. Me siento un poco cohibida porque no hago ¡nada! No es que ayudo en un hospital o en un comedor. Hago algo que me gusta”, simplificó Elisa Sampietro de Forti. Ella minimiza su estilo de vida, pero al mismo tiempo entiende lo que genera. La italiana, que llegó al país a los 14 años es conocida en el ambiente del running como “La nonna que corre”. Después de 73 años de haber arribado a tierras argentinas, Sampietro de Forti compitió por primera vez en Tucumán a sus 87 años. “No merezco recibir tanto cariño, tanto afecto de la gente, pero lo recibo con mucho agradecimiento”, reconoció.

Cuando completó una de las cuatro distancias competitivas que formaron parte de la carrera de trail (correr por la montaña) “Extremo Tucumán-Tafí”, Sampietro de Forti causó una revolución en la llegada. En un sector del Club de Veraneantes, luego de terminar los 10K, “La nonna que corre” recibió besos, abrazos, felicitaciones, pedidos de fotos. Todos, antes, durante o después, conocían los motivos por los que debían tener algún recuerdo del paso de ella por Tafí del Valle.

Practicar un deporte al alto rendimiento con más de ocho décadas encima es lo que la hace especial. “Tan así no pasó con las otras actividades”, reconoció “Eli” con respecto a su pasado de deportista. El voley y el tenis precedieron a correr por las montañas, pero ninguno de ellos generó tamaño alboroto. Las razones vienen por el lado de que el deporte de la red alta lo practicó desde los 14 hasta que fue mamá por quinta vez y ya los tiempos no daban. Después retomó la actividad deportiva vía tenis. En esas décadas de la vida, las que van de los 45 hasta los 70 aproximadamente, no es tan extraño que alguien practique algún deporte. Pasada esa edad ya la cuestión llama la atención de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad. La estampa de “Eli” en la competencia de Tafí del Valle parecía más acorde a estar al costado del circuito, inmóvil, sentada en algún tipo de reposera, bajo alguna sombra que la resguardara del sol. Su apariencia física, indicaba más un rol de espectadora que de corredora. Pero no, ese papel no le va a la octogenaria. “Casi por casualidad conocí el running. Lo que me cautivó fue la amistad que existe entre los corredores. Eso me compró”, aseguró la deportista, que fue como acompañante de una de sus hijas a una maratón en Villa La Angostura y terminó participando.

“Todo esto es por mi edad. Me dicen que doy el ejemplo, que cuando uno quiere puede obtener las cosas. No hay que quedarse planchada en la casa, en la soledad. Yo vivo sola y la soledad es mala consejera, es mala compañía. Entonces, busco estar con gente”, reflexionó la italiana. “Nunca pensé causar algo así en la gente. Tanto que, en un principio, no es que no les creía, pero dudaba. ‘No puede ser que me quieran tanto’, pensaba”.

Hay un silencio cuando a Elisa se le pregunta si volvería a correr los 10 kilómetros en las montañas de Tafí del Valle. “Fue una carrera dura”, son las palabras que sucedieron a la pausa con esencia de duda, pero que precedió a una afirmación. “La volvería a hacer con mucho gusto”, dijo. Es que es bien sabido que la geografía tafinista deslumbra por su belleza, pero, cuando de deportes se trata, puede llegar a perder todo encanto. ¿Quién tiene la culpa? La altura, esos 2014 metros sobre el nivel del mar son los que condicionan -sólo un poco- la respuesta de Forti. “Me costó la altura, sinceramente. Había corrido con ese factor, pero no con las subidas que no terminaban más y bajadas con trampitas por las piedras que se mueven”, describió Sampietro de Forti, que además de cinco hijos, tiene 11 nietos y cinco bisnietos.

“Nunca pensé estar viviendo tan plenamente a esta edad... de participar de la vida, de levantarme con ganas de ponerme las zapatillas”, celebró “La nonna que corre”.

Campeona de la perseverancia

Por su oficio de conductor y animador de eventos, principalmente deportivos, Ángel Rodolfo Acosta tiene cientos de recuerdos inolvidables. Le quedaron en la memoria luego de ponerle animación a los arribos de atletas en pruebas como el Trasmontaña de mountain bike, la maratón Independencia, el campeonato tucumano de Downhill, carreras de aventura combinadas y también de trail como la “Extremo Tucumán-Tafí”. “Rody”, como se lo conoce, recibió a centenares de deportistas. “A los últimos los recibo mejor que a los primeros”, aseguró Acosta que como deportista que es también, sostiene que así le gustaría ser recibido.

“Siempre hablo de los campeones de la perseverancia, los que tienen la oportunidad de cerrar una carrera. Ella fue una de ellos”, contó con respecto a Elisa Sampietro de Forti. No dudó en reconocer que lo que vio en “La nonna que corre” estará en el top de sus anécdotas. La reflexión que causan esos “campeones de la perseverancia” es lo que convence a Acosta para sumarlos a sus recuerdos. “Fue algo muy emocionante. Uno se da cuenta que la vida son momentos porque, de su edad, no son muchas las personas que puedo recibir en un evento. Nos enseña que los sueños se hacen realidad. Para ella, bajar los brazos no es una opción”, explicó “Rody”.

“Creo que el mensaje es que no debemos guardarnos las alegrías, sino compartirlas generosamente”, analizó sobre la experiencia en la montaña. Lo que Acosta resaltó de “Eli” es la disposición amable de la atleta que, pese a cualquier cansancio, no pidió descansar antes de acceder a los pedidos de la gente que se le acercó al arribar a la meta. Curiosamente, su percepción fue la que la runner causa en la gente. “Es como que ella se alimenta del contacto de la gente”, opinó el animador.

MÁS SOBRE "ELI"

- Algunas de sus carreras

2009 Merrel Adventure Race, carrera nocturna en La Plata; 2011 XV Meia Caixa, Río de Janeiro, Brasil; 2011 North Adventure 21K, Villa la Angostura; Neuquén y Maratón Fila, Buenos Aires; 2012, Adventure Race, Colonia (Uruguay), Maratón de Montaña Northland, Villa Ventana y Media Maratón de la Ciudad de Buenos Aires; 2013 y 2015 Cruce Columbia de los Andes; 2016 categoría por equipos de El Cruce Columbia (obtuvo el récord de la mujer de más edad con 81 años en haber completado la carrera tres veces); 2016 Ultra Trail Comechingon; 2017 Cruce Columbia de los Andes (100 kilómetros en tres días entre Argentina y Chile, batió su propio récord de la mujer de más edad, con 82 años, en haber realizado el cruce en tres oportunidades).

- Una amiga ecuatoriana

Carmiña Baca Guerrero es de Ecuador. Llegó a Tafí del Valle acompañando a su marido que compitió en la carrera. Al ver a Elisa, la acompañó. “Ella encontró su pasión a los 72 años, cuando empezó a correr. Ahora Eli ya tiene 87. Yo tuve el honor de acompañarla en una de sus competencias, fueron 10K llenos de emoción y paisaje hermosos”, posteó en su Instagram la ecuatoriana junto al video que muestra el arribo junto a su nueva amiga.

- Cumpleaños

Está a poco días de cumplir 88 años, el 31 de diciembre.

- Documental y libro

En 2017 corrió la “Mezza Maratona Lago di Como”. En Como, Italia, la ciudad donde nació es la base del documental escrito y dirigido por Andrés Arbit y Gustavo Gersberg. “Como corre Elisa” muestra a la runner, por aquel entonces con 82 años, participando con algunos familiares en la competencia. “Elijo Vivir. Elisa Forti, la nonna que corre” es la biografía que la periodista y corredora, Sol Navarro, publicó en 2019.

PUNTO DE VISTA

Es referente de superación y motivación para los runners

CAROLINA PEREIRA POSSE

COORDINADORA DE EXTREMO TUCUMÁN TAFÍ

Todos los que corren trail conocen a Elisa Forti. La crucé, me saqué fotos con ella en el “Cruce Columbia 2017” y la sigo en las redes sociales desde hace un tiempo. Cuando estábamos organizando la segunda edición de la carrera pensé que sería muy bueno tenerla, ya que es una referente de superación y motivación para los deportistas de todas las edades. Ella nunca claudica, ni se debilita. Sé del esfuerzo que realiza en cada entrenamiento y en cada carrera en la que participa disfrutando cada paso hasta la meta.

Representa un ejemplo a seguir, no sólo en el deporte sino en la vida misma. La invité a que viniera y a los días Adriana, su hija, me llamó para darme la buena noticia que sí, participaría de la carrera. Viajó desde Buenos Aires acompañada por Natalia Martínez, corredora amiga. Disfrutó cada uno de sus 10K en el Cerro de la Cruz. Estamos eternamente agradecidos con ella y su familia que la apoyó para que viajara a Tucumán, a sus 87 años, y participara del gran desafío que representaron los kilómetros de subidas y bajadas.

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