Rugby: buenas sensaciones a 10 meses del Mundial

Más allá del resultado, el triunfo de visitante sobre Inglaterra (rival del debut en Francia 2023) dejó aspectos interesantes de un equipo que sigue creciendo.

Rugby: buenas sensaciones a 10 meses del Mundial

Paliza histórica a Australia en San Juan. Primer triunfo sobre los All Blacks en suelo neozelandés. Dos fechas de liderazgo en el Rugby Championship, por primera vez en 11 ediciones. Victoria sobre Inglaterra en Twickenham después de 16 años. Los highlights del primer año de Michael Cheika al mando de Los Pumas (que todavía no ha terminado) dan cuenta de un resurgimiento notable de aquel seleccionado rugbísticamente escuálido y moralmente abatido que era hace un año, en los últimos estertores del ciclo de Mario Ledesma. Si en ese entonces resultaba alarmante el estado de forma que tenía el equipo a un año y medio del Mundial de Francia, por estos días la sensación es muy diferente: Los Pumas generan entusiasmo, no solo por lo que pueden hacer hoy, sino por lo que aún pueden seguir creciendo hasta septiembre, cuando se abra la décima Copa del Mundo allí donde hace 15 años conquistaron el bronce.

Si enfrentar a "La Rosa" (actual subcampeón del mundo) en la Catedral del rugby mundial es especial per se, más lo era en esta ocasión por tratarse Inglaterra del primer rival que enfrentarán Los Pumas en el Mundial. Esta avant premiere de lo que sucederá en Marsella el 9 de septiembre dejó muy buenas sensaciones del lado argentino más allá de un resultado que, no está de más decirlo, pudo ser para cualquiera (30-29).

Partiendo de la defensa. Si algo se le había achacado en su momento a Los Pumas a partir del estilo más dinámico y ofensivo que le imprimió el tucumano Daniel Hourcade es que habían perdido esa defensa rocosa que históricamente los había caracterizado. Hoy, sin haber resignado esa vocación ofensiva, han encontrado un equilibrio y ganado en solidez en la marca. En ese sentido fueron de mayor a menor: de ser el punto más flojo en la serie contra Escocia a ser la clave para ganarle a Inglaterra en su propia casa. Mucha actitud y efectividad en el tackle, velocidad en el reposicionamiento y contundencia en los rucks. No llega a ser impermeable, pero definitivamente ha mejorado mucho, y puede seguir haciéndolo en estos 10 meses que quedan hasta la gran cita.

Más allá de algunos partidos en los que se vio superado (como contra los All Blacks y Sudáfrica), el scrum transmite una imagen correcta y en el cierre en Twickenham fue importante para generar un par de penales a favor que permitieron controlar los últimos minutos.

Y hablando de penales, qué importante es el salto que dio Emiliano Boffelli en las patadas a los palos. Uno de los grandes problemas que venían sufriendo Los Pumas ante la ausencias por lesión de Nicolás Sánchez y la marginación de Domingo Miotti era la falta de un pateador efectivo, carencia que resulta fatal contra rivales de primer orden. Al cañón de Boffelli le faltaba precisión, y en la breve pausa entre la ventana de julio y el Rugby Championship, pasó de ser un derrochador de penales a un ejecutor casi infalible. Ayer acertó 7 de 8 intentos y firmó 25 de los 30 puntos argentinos, porque además fue el autor de uno de los mejores tries argentinos del año. Hoy, el ex Duendes es uno de los titulares más indiscutidos.

En cuanto a los tucumanos, es imposible no rendirse ante Thomas Gallo. El pilar surgido en Universitario es la mejor aparición en Los Pumas en el último año (en cualquier puesto), y ayer se despachó con otra gran actuación. Combina potencia en el scrum con entrega total para el tackle y su característica movilidad que lo convierten en un jugador completísimo para su puesto. Al punto de que ayer jugó los 80 minutos, algo muy inusual en un primera línea.

Mateo Carreras no pudo sacarle el jugo a su primera oportunidad en la era Cheika (no jugaba desde fines de noviembre, en el último partido de Ledesma como head coach), pero sin dudas es un jugador que puede aportarle muchísimo a Los Pumas con su velocidad y capacidad de generar quiebres. Su gran nivel en la Premiership le granjeará más oportunidades en los partidos que vienen. De Matías Orlando, que entró en el segundo tiempo, no hace falta decir nada a estas alturas. Salvo lesión, su lugar en Francia está asegurado por ser un jugador que a veces brilla, pero siempre rinde en una línea de tres cuartos que da gusto ver.

Lamentablemente, Tomás Albornoz no pudo tener su chance esta vez. La confianza del staff técnico por Santiago Carreras como apertura, por más que no sea su puesto natural, es absoluta. A estas alturas, parece difícil que la 10 la lleve otro en Francia. Y lo cierto es que el cordobés se ha ido asentando en el puesto. Habrá que ver si en estos 10 meses que quedan hay oportunidades concretas para Sánchez (casi no jugó en los últimos tiempos por lesión), Benjamín Urdapilleta o el propio Albornoz, todos aperturas naturales.

Al año de Los Pumas le quedan dos partidos: el sábado que viene en Cardiff, frente a Gales, y el siguiente en Edimburgo, frente a Escocia. Seguramente, Cheika seguirá rotando nombres como lo ha hecho hasta ahora, en busca del mejor funcionamiento y de ir evaluando quiénes están en mejores condiciones para integrar la lista de pasajeros que llevará a Francia.

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