09 Noviembre 2022
Sean Penn quería rodar un documental sobre las tensiones entre Ucrania y Rusia incluso antes de que el gobierno de Vladimir Putin decidiera invadir el país. Cuando esto ocurrió, el pasado 24 de febrero, Penn se mantuvo en sus trece y quiso permanecer en Ucrania, pero le aconsejaron que “se fuera a tomar por culo de ahí” y antes de la ceremonia de los Oscar ya estaba de vuelta en Estados Unidos. Entonces este actor, famoso por su activismo cinematográfico y extracinematográfico, prometió que “fundiría” sus dos Oscar (ganador a Mejor interpretación por Mystic River y Mi nombre es Harvey Milk) si la Academia de Hollywood no invitaba a hablar en la gala a Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania. Zelensky, que ha recabado grandes apoyos internacionales, terminó asistiendo telemáticamente a los Grammy pero no a los Oscar.
"Hay que ayudar a Ucrania"
Penn, entretanto, ha seguido en estrecho contacto con él. Poco después realizó una segunda visita a Ucrania (de forma que Rusia le incluyera en una lista negra junto a otras celebridades de Hollywood como Ben Stiller), y durante su tercera ha vuelto a echar mano de los Oscar para alertar sobre la necesidad de apoyar al país en su guerra contra Putin. En este caso, el protagonista de Yo soy Sam ha decidido hacer entrega de uno de sus Oscar a Zelensky. ¿Por qué? Para proclamar su confianza en que Ucrania saldrá victoriosa en la contienda. “Esta vez nuestra reunión fue especial. Sean trajo su Oscar como símbolo de fe en la victoria de nuestro país. Permanecerá en Ucrania hasta el final de la guerra”, ha declarado Zelensky, en paralelo a que se publicaran varias imágenes de su reunión con Penn en Kyiv, capital ucraniana.
En contrapartida, Zelensky le ha otorgado a Penn la Orden del Mérito de tercera clase, agradeciéndole “su sincero apoyo y su importante contribución a la popularización de Ucrania en el mundo”. Poco después ambos han sido vistos en las calles de Kyiv, frente a una insignia que el gobierno ha colocado en homenaje a Penn.
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