LA GACETA en Qatar: el milagro fue que Brasil no haya goleado a Serbia

El gran candidato mostró un gran nivel y le hizo precio a los serbios.

PIRUETA. Richarlison anotó el gol más lindo de la primera semana de Qatar 2022. PIRUETA. Richarlison anotó el gol más lindo de la primera semana de Qatar 2022.
24 Noviembre 2022

Se fue Vinicius por la izquierda y con cara externa del botín derecho encontró a Richarlison. Y ahí estuvo la magia del nueve para acomodar la pelota, girar en el aire y clavarla lejos del arquero. Un gol sensacional, propio de lo que se espera de Brasil en el Mundial: el show de sus cracks. Richarlison dejó a Gabriel Jesús en el banco y Tite tuvo razón, porque fue el hombre que destrabó la maraña defensiva serbia. Primero con una definición bien de centrodelantero, en plena área chica. Y luego con esa bellísima pirueta, una joya más para el tesoro que Brasil va juntando en los Mundiales. Es, en ese sentido, la selección más rica de todas.

La primera fecha de la Copa dejó un póker de primigenios candidatos, todos en carrera para ratificarlo en los juegos que vienen. A Inglaterra, Francia y España, Brasil se agregó con un resultado amarrete. En el segundo tiempo tuvo todo para golear a los enjundiosos y aplicados serbios, le faltó precisión, pero por milímetros, porque pegó dos tiros en los palos y obligó a Milinkovic-Savic a andar a los revolcones. Ese vendaval se desató al cabo de una primera parte poco vistosa, en la que la defensa balcánica hizo pie. Después del entretiempo se terminaron las equivalencias.

De movida Serbia no se dejó intimidar. Propuso un partido al límite, raspando, lo que más incomoda a Neymar. Brasil colaboró porque no entró en ritmo, limitándose a lanzar a Vinicius y a Raphinha con pelotazos entre líneas. Muy poco. Un córner de Ney que casi deriva en gol olímpico fue la máxima emoción de la “torcida”. Serbia buscó al talentoso Tadic, que anduvo demasiado solo. En la cuenta final, prácticamente no le provocó peligro a Alison. Pero mejor hablemos del complemento.

Tite azuzó a la tropa y ordenó ponerle dinámica a la posesión. Obedientes, Lucas Paquetá, Vinicius y Raphina cambiaron de marcha y los laterales se soltaron más. Casemiro continuó manejando los hilos. La consecuencia fue una sucesión de ataques profundos y demoledores. No es que Serbia haya regalado espacios; fue Brasil el que supo generarlos. Y con espacios, se sabe, sus hombres hacen desastres. Es el momento en el que los rivales se tiran atrás, se ponen nerviosos y empiezan a sufrir más que a jugar. Hagamos un pequeño y seguramente incompleto resumen de lo que Brasil generó:

-Un mano a mano con Raphina que tapó el arquero.

-Una patada de Gudelj en el borde del área cuando Neymar se iba al gol.

-Un remate de Neymar desde el punto del penal apenas desviado.

-Un balazo de Alex Sandro que conmovió la base del palo izquierdo.

-Un tiro al travesaño de Casemiro, exquisitamente ejecutado.

-Una gran tapada de Milinkovic-Savic a Fred.

-Un tiro de Rodrygo que terminó con la pelota rozando el larguero.

-A todo esto hay que sumarle la sucesión de desbordes de Antony y compañía, integrantes del “escuadrón B” que Tite mandó a la cancha cuando las cosas ya estaban definidas.

Terminó la primera fecha del Mundial y hemos visto varios equipos fuertes. El último que salió a la cancha fue el eterno y máximo candidato de todos. Este Brasil es paciente, hace lo suyo y apabulla a los adversarios con el talento de sus jugadores. Los somete, los desgasta, y al final los ejecuta sin piedad. En la noche del estadio Lusail pudo y debió haber goleado, pero terminar ganando 2 a 0 no le quitó nada al carnaval que se armó en la cancha y contagió a las tribunas. Y eso que Neymar no lució 10 puntos, tal vez tocado en lo físico. Ingleses, franceses y españoles ya lo saben: hay un cuarto integrante instalado a la mesa de los que empezaron pisando fuerte.

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