LA GACETA en Qatar: a México le falta gol, pero le está sobrando confianza

El sábado los mexicanos irán en busca de la victoria ante Argentina.

DETERMINANTE. Ochoa fue el arquero de México durante más de 15 años. DETERMINANTE. Ochoa fue el arquero de México durante más de 15 años. REUTERS

Se terminaba 2019 y a nadie se le ocurría que una pandemia paralizaría el mundo en cuestión de semanas. Argentina y México tenían programado un amistoso en Estados Unidos y en la previa el “Tri” se sentía con todo a favor. Gerardo Martino pondría en la cancha todos sus titulares, mientras que a Lionel Scaloni le faltaba el as de espadas. Pero aquella Selección sin Messi le dio una paliza a México, 4 a 0, con tres goles de Lautaro Martínez y uno de Leandro Paredes. A partir de allí ambos equipos recorrerían senderos netamente bifurcados; mientras Argentina ganaba la Copa América y transitaba por las eliminatorias sin problemas, para México todo fueron reveses, traspiés, una suerte de crisis permanente. Y así llegó al Mundial.

Esta pequeña historia ilustra la previa y pone en contexto la realidad de los mexicanos. Canadá y Estados Unidos derrotaron a los de Martino en las eliminatorias de la Concacaf, lo que desató un vendaval que el DT apenas consiguió sortear. Son muchísimos los detractores que vienen horadando el ciclo del “Tata”, con el ilustre Hugo Sánchez a la cabeza desde sus incendiarias intervenciones televisivas. Se pidió la cabeza de Martino en más de una ocasión, pero la dirigencia consiguió sostenerlo, por más que los resultados positivos se le negaran una y otra vez. Mientras, Sánchez se autopostulaba para dirigir el equipo.

No obstante, el debut en Qatar no dejó un mal sabor de boca para los mexicanos. Es cierto que el penal atajado por “Memo” Ochoa a Lewandowski impidió la derrota, pero el “Tri” exhibió una versión mejorada. Se lo vio mejor organizado, más sólido, respetando el cuidado de la pelota -sello de fábrica de Martino-. Más armónico, menos caótico. El problema es que le falta gol y esa es una preocupación seria. Contra Polonia jugó Henry Martin, pero es muy posible que contra Argentina vuelva a la titularidad Raúl Jiménez. Centrodelantero del Wolverhampton inglés, Jiménez se lesionó en su mejor momento -nada menos que una fractura de cráneo- y le está costando muchísimo recuperarse. Es la compañía que precisa la estrella del equipo, Hirving “Chucky” Lozano, para que la máquina ofensiva empiece a funcionar de una vez por todas.

Es muy probable otro cambio: el ingreso de Andrés Guardado. A Martino le vendría bien para reforzar el entramado del medio junto a Edson Álvarez -figura en el Ajax holandés- y Luis Gerardo Chávez. En ese caso podría sacrificar a Andrés Herrera. Son conjeturas propias de la prensa y del entorno del cuerpo técnico; se habla de dos a cuatro modificaciones con respecto a la alineación que empató 0 a 0 con los polacos. Ese día la defensa lo hizo bastante bien, apoyada en la veteranía de Ochoa y en la dupla central Montes-Moreno.

Cuando habló con la prensa, Scaloni deslizó una opinión sobre México. Básicamente, dijo que no veía a Martino cambiando la forma de jugar. ¿A qué se refería? A la chance de que el “Tata” arme una línea de cinco, orientada principalmente a no perder de vista a Messi. Justamente sobre ese tema habló Martino. “Aquellos que hemos enfrentado a Lionel diremos exactamente lo mismo. Detenerlo pasa mucho más porque él tenga una mala tarde que por lo que nosotros podamos hacer -apuntó-.  Siempre tenemos que preparar el partido pensando que Messi va a tener la mejor versión, nunca podemos especular con que él no lo va a tener. Muchas veces ha sucedido que sin estar en plenitud en cinco minutos te resuelve el partido".

Ese minipartido contra Messi es una de las claves de lo que se está viviendo en Doha. No hay otro tema de conversación con los hinchas mexicanos, todos admiradores y respetuosos del 10 argentino. Cuando hablan de este duelo decisivo mundialista el análisis queda tamizado por lo que Messi pueda o no pueda hacer. Lo que llama la atención es la confianza, hasta alguna cuota de triunfalismo, que se palpa en los fanáticos del “Tri”. Ven a una Argentina golpeada, disminuida, lista para recibir el golpe de nocaut. Creen que la oportunidad de hacer historia es ahora o nunca. Mucho más terrenal, “Tata” Martino y su gente preparan en silencio esta final que la Copa les puso por delante.

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