Bendito seas Messi por errar el penal

Por la inesperada situación apareció el equipo en todo su esplendor. Leo, con sus movimientos, demuestra que es el líder de una Selección que se fortaleció con todas las adversidades que se le presentaron

02 Diciembre 2022

Ignacio Bossi

Coach deportivo

Minuto 39 del partido de la Selección contra Polonia. Lionel Messi da un salto épico (¿maradoniano?) para cabecear un centro que llega al arco, en el camino a la pelota, recibe un manotazo del arquerazo polaco. El árbitro cobra penal a instancias de nuestro “ya querido VAR”. Habían sido muchos minutos de asedio sin poder vencer el arco rival. Nuestro capitán, del que tanto dependimos para ganarle a México, ejecuta y erra el penal. Una adversidad más y ya van…

Como venimos analizando en las anteriores columnas: ¿Será que las adversidades que el equipo recibe se convierten en aprendizajes y crecimientos? ¿Qué final de partido prefiere usted? ¿Uno donde somos salvados por un gol de penal u otro final alternativo donde el equipo, por su juego y contundencia, haya ganado el partido? ¿Qué prefiere usted? ¿Lograr sus metas o que sus adversidades ayuden a su familia/equipo a lograr sus propósitos?

Minuto 41, Messi falla. Nuestro Leo busca la pelota y va a ejecutar el córner. Su lenguaje corporal emociona, en postura de actitud intacta, contagia y nos dice a todos: confiá, el error es parte de la vida, confiá en todos, no solo en mí.

Termina el primer tiempo. El equipo se va masticando bronca por no haber logrado quebrar a los polacos, pero con una sensación de poder. Saben que nos le alcanza los dedos de las manos para contar la cantidad de pelotas que le robamos al rival durante los 45 minutos iniciales. Ese resultado, se lo llevan en el corazón colectivo. Lo que les diga su entrenador servirá para dar un paso más. Los desempeños valen, construyen con paciencia los grandes proyectos. Messi jugó un buen primer tiempo, pero el equipo fue más. Recuperó su actitud arrolladora y el juego colectivo.

Regresa el equipo a la cancha, empoderado por conversaciones que multiplican el liderazgo de nuestros Lios (Messi y Scaloni) a cada uno de los que saltan a la cancha.

El liderazgo compartido se convierte en realidad con cada uno de los goles. El segundo después de 27 pases (superando el récord del 2006). La jugada queda plantada en el corazón colectivo (como dice Jorge Valdano desde la grada: un equipo es su estado de ánimo). El equipo gana y supera su propio techo. Todos lo sienten.

La fiesta está desatada dentro y fuera del campo. Cuando me di cuenta iban recién 73 minutos. Faltaba un montón y los argentinos nos abrazamos en nuestras casas. Madres, abuelos, amigos, los que entienden o no de fútbol. Todos sienten el poder del EQUIPO. Miren si los habitantes de este país jugáramos en equipo.

Termina el partido y nadie se quiere ir, ni la gente del estadio, ni las familias y amigos del lugar donde vieron el partido. Algo distinto está ocurriendo: las benditas adversidades nos ayudan a crecer y nos dejan siempre un aprendizaje.

La de este partido, el penal errado, nos ayuda a descubrir a todos, que tenemos un EQUIPO. Los jugadores ya lo sabían, “conceptualmente”, ahora lo vivieron. Quizás ya es tiempo de crear una nueva canción que no solo se enfoque en Messi, Diego y nuestros soldados de Malvinas. Quizás es tiempo de cantar y celebrar que HAY EQUIPO.

Así, la ilusión es tremenda, alimenta el corazón, al tiempo que nos muestra un camino como sociedad.

Terna confirmada

En la previa del duelo con Australia, se conoció que el árbitro del partido será el polaco Szymon Marciniak. En tanto que en el VAR, estará su compatriota Tomasz Kwiatkowski. La última vez que Marciniak dirigió a Argentina en un Mundial, fue en el empate con Islandia 1-1, de 2018.

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