Cinco claves para entender el juego croata y las posibles vías para vulnerarlo

La selección europea viene de dar el gran golpe ante Brasil.

SÓLIDO. Joško Gvardiol es una de las revelaciones del torneo. SÓLIDO. Joško Gvardiol es una de las revelaciones del torneo.

1) ¿Cómo parará Scaloni el equipo? Si nos llevamos por la última práctica podría regresar a la titularidad Di María. Esto implica la salida de Lisandro Martínez para dejar una línea de cuatro defensores, con Molina y Tagliafico en los laterales y la dupla “Cuti” Romero-Otamendi. Pero nada puede darse por seguro; recordemos que antes del partido con Países Bajos el DT ensayó una cosa y eligió otra. Y está comprobado que al cuerpo técnico le gustan los cinco atrás (con Lisandro como salida limpia) y la posibilidad de incluir a Di María como revulsivo en el segundo tiempo. Son los ya clásicos planes A y B. El plan C (una zona de volantes que incluya a Paredes, sin Di María, para formar un 4-4-2) parece descartado.

2) ¿Cuál es la fortaleza de Croacia? La media cancha, sin dudas. El DT Zlatko Dalic concentra toda su artillería en esa zona, dejando un solo punta como referencia de área (Kramaric). Luka Modric es el bastonero de un quinteto sacrificado, muy concentrado en la contención, pero a la vez de buen pie (de excelente pie, para ser más precisos) y capaz de sorprender atacando por los costados y rompiendo líneas. Son jugadores experimentados (Perisic, Pasalic, Brozovic, Kovacic), con arduas batallas de Champions en el lomo y tránsito mundialista reconocido. No será sencillo para la Selección doblegar a los croatas en ese trajín. Brasil no lo consiguió, y así le fue.

3) ¿Cómo puede desarrollarse el juego? Las referencias están a mano y son los cinco partidos que ambos equipos han disputado. Argentina apuesta por la posesión, Croacia por un trámite más veloz y vertical. Será difícil para la Selección imponer un dominio avasallante y encontrar libertades para atacar; al contrario, a Croacia suelen llegarle muy poco. Además se siente cómodo en la tendencia a los partidos de largo aliento, a partir de la solidez física que viene exhibiendo. Croacia pasó las dos eliminatorias por penales y en ambos casos debió revertir un 0-1. Pero que no se lo confunda con un equipo rocoso; a sus hombres nos les falta técnica.

4) ¿Qué necesita aceitar la Selección? Puede que Scaloni, advertido de los tiempos y de las formas que toma Croacia para atacar, calcule que la línea de cuatro será suficiente para contenerlos. Pero la clave pasa por dos vías de resolución: el aporte de los laterales y el quiebre entre líneas que generen los volantes. Contra Países Bajos lo de los laterales fue óptimo: Molina hizo un gol y a Acuña le cometieron un penal. Está faltando que Mac Allister y Enzo Fernández se suelten más, como lo hicieron contra Polonia. Es muy posible que De Paul -bastante recuperado, por lo observado en la práctica- se dedique a no perder de vista a Modric. Y otro punto a atender con especial dedicación es el juego aéreo. Puede que Croacia no haga “la gran Países Bajos”, pero cuenta con buenos cabeceadores, como Lovren y Kramaric. Cuidado con ellos.

5) ¿Cómo lastimar a un rival que defiende bien? La dupla de centrales, Lovren-Gvardiol, es una de las mejores del Mundial. No la tendrá fácil Julián Álvarez en un mano a mano con ellos. De allí lo mucho que se necesitaría a Di María para el uno contra uno frente al lateral Borna Sosa. En cuanto al “factor Messi”, los croatas anunciaron que no le harán una marca especial, sino que lo aguardarán en forma escalonada, tal como hicieron con Neymar. La salvedad es que Neymar se les escapó una vez y fue golazo. Nada está garantizado. Ahora bien, ¿y si llegan a penales? ¿Por quién jugarse estando Livakovic y “Dibu” Martínez, especialistas probados en el rubro? “Lo ideal sería ganar en los 90 minutos”, se esperanza el cuerpo técnico. De eso se trata.

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