28 Diciembre 2022
LA GACETA / FOTO DIEGO ARÁOZ
El proceso de rearmado de un equipo nunca es sencillo; mucho menos cuando la sangría dentro de un plantel es tan grande. Sin embargo, él se muestra feliz y confiado. Está contento de ver que lo que había diagramado en su mente (y en su anotador), cuando fue confirmado en el cargo, se va materializando en hechos.
Iván Delfino sonríe a cada paso. Se lo nota distendido, aunque en el día a día esté acelerado. Pone todas sus fuerzas en los entrenamientos, pero ahí nomás tiene que reunirse con el manager Alexis Ferrero para estudiar a los posibles refuerzos.
Las horas del día parecen quedarle cortas, pero no se hace mucho drama. “Es un desafío muy complejo, pero igualmente es lindo. Estamos bien, tratando de ganarle al tiempo. Es una manera de decir, pero la idea es ir adelantándonos en todos los aspectos”, dice “Gigante”, esperando seguir sumando caras nuevas.
Se fueron 18 futbolistas del grupo anterior y hasta acá llegaron ocho: Nahuel Banegas, Iván Molinas, Enzo Martínez, Emanuel Dening, Agustín Colazo, Leonel Bucca, Wilfredo Olivera y Claudio Pombo. El lunes arribarán el arquero Francisco Tinaglini y el central Nahuel Brunet; y con el tema de Matías Quiroga por ahora en stand by (aún restan cosas por resolverse), la próxima semana se sumarían otro delantero de área y un lateral derecho. “La desafección de jugadores fue muy grande, entonces necesitamos sumar refuerzos en casi todos los puestos. Faltan muchos jugadores por llegar”, avisa el entrenador, dejando en claro su paladar a la hora de darle forma al nuevo equipo.
“En la formación, personalmente, creo en la buena conjunción entre jugadores con mucha experiencia y muchachos que vienen con más hambre. Cuando tenés eso, generalmente se genera algo positivo”, advierte.
En ese sentido, el DT y su cuerpo técnico prefieren ir paso a paso. El plantel viene trabajando con todas sus fuerzas y en las primeras semanas de trabajo comenzó a vislumbrarse cómo será el nuevo San Martín. Intensidad, ataque directo, mucha movilidad y explosión por las bandas; esa es la receta que trajo el ex entrenador de Sarmiento y Patronato, entre otros equipos.
Hoy, el grupo trabajará por la mañana y luego quedará licenciado hasta el martes, día en el que regresarán para acelerar a fondo con la puesta a punto. Para ese día, el “Santo” ya conocerá cuál será su camino en la nueva temporada y cuál será el día de su debut. Por eso, Delfino pide ir más allá, dar pasos adelante. “Tenemos que tratar de ir acomodando todo, de que el equipo se vaya armando y de tratar de sumar algunos muchachos más cuanto antes. Acá hay muy buena predisposición al trabajo; y los chicos que se van sumando muestran muchas ganas de lograr cosas importantes”, avisa y va un poco más allá en el tema.
“Claro que luego de que terminemos la conformación del plantel vendrá la etapa más difícil, que es lograr que a partir de un buen grupo se pueda conseguir un equipo competitivo; que los muchachos se acoplen entre ellos y que se entiendan dentro de la cancha. Es lo más difícil, pero estoy seguro de que vamos a estar a la altura”, sentencia Delfino, ese entrenador que se muestra a gusto y enfocado en el gran objetivo; ese con el que sueñan todos en San Martín.
Se define la nueva temporada
Mañana desde las 12, en el predio de Ezeiza, se llevará a cabo el fixture de la Primera Nacional. Está confirmado que los 37 equipos se dividirán en dos zonas (una de 18 y otra de 19), jugarán partidos de ida y vuelta, y no habrá fecha de clásicos.
Los equipos de una misma ciudad no compartirán zona, tampoco lo harán Aldosivi y Patronato, recientemente descendidos; ni San Martín y Gimnasia de Jujuy, los representantes del Norte del país. El torneo comenzará el viernes 3 de febrero y finalizaría a principios de diciembre.
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