“Veo de frente el hecho. Estaba (Máximo) Thomsen pegándole puntinazos al chico que estaba de rodillas”, explicó conmocionado el testigo Tomás Bidone, quien describió la brutal muerte de Fernando Báez Sosa (18 años). El joven explicó que la traumatizante escena lo llevó a suspender sus vacaciones en la costa Atlántica. Pasó por la Fiscalía de Dolores para anoticiar que era testigo presencial del hecho y luego sacó pasajes para volverse a casa.
Ayer se llevó adelante la cuarta audiencia del juicio por el crimen de Báez Sosa, estudiante de la carrera de abogacía, asesinado a golpes por una patota a la salida del Boliche Le Brique, en Villa Gesell.
Según la acusación, basada en la investigación de la fiscal Verónica Zamboni, el 18 de enero de 2020, luego de haber tenido una discusión con la víctima dentro del boliche, Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi; emboscaron a Fernando en la calle y comenzaron a pegarle piñas y patadas en el piso. Los agresores no permitieron que los amigos de la víctima pudieran acercarse a auxiliarlo. Bidone fue uno de los testigos que presenció ese accionar conjunto.
Ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, Tomás Bidone, contó que fue a pasar las vacaciones a Villa Gesell aquel verano y que el 18 de enero de 2020 fue con un amigo al boliche Le Brique, donde terminó presenciando el momento más traumático de su vida.
El testigo recordó que esa noche vio un conflicto dentro de la discoteca, pero aclaró que no pudo percibir quiénes eran los protagonistas del pleito. A quien si vio -dijo- fue a Máximo Thomsen, lo reconoció como uno de los jóvenes que era sacado por la fuerza por la gente de seguridad del boliche.
Bidone explicó que minutos después él también salió de Le Brique para irse a la casa donde estaba alojándose. Así terminó presenciando el crimen de Fernando.
Puntinazos
“Estaba Thomsen pegándole al chico, que después fallece. Recuerdo que le pega dos patadas en la cabeza… como puntinazos, luego lo agarra y le vuelve a dar dos o tres patadas”, describió en un relato que se entrecortaba por el llanto. El Tribunal intentó tranquilizarlo.
Otros implicados
El abogado querellante, Fernando Burlando, le preguntó si había un líder entre los rugbiers. El testigo respondió indicando que Thomsen “pegaba mucho, era el más violento, iba de frente y era el que parecía ser ‘el que más se la banca’”. En ese momento Bidone recordó que a Fernando, al principio, le pegaron cuatro personas al menos. Allí, identificó a los acusados: Ciro Pertossi, como uno de los que lo agredió con “patadas en la costilla”.
Por otro lado, describió que Matías Benicelli, Lucas Pertossi o Ayrton Viollaz les dieron una golpiza a los amigos de Fernando, impidiendo así que ellos pudieran ayudarlo.
Un regreso adelantado
Tras presenciar la violenta escena, Bidone le dijo a su amigo que se quería ir de Villa Gesell. Finalmente sólo se quedaron una noche más. El joven argumentó en el juicio: “estaba muy shockeado y nervioso, ver eso y toda la situación después, me dejó mal. Al prender la televisión escuché al padre de la víctima y le avisé a mi mamá que me iba a la Fiscalía, que había visto todo”, declaró.